Casinos
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La empresa que –a través de distintas concesionarias– opera los casinos de Talcahuano y Los Angeles, Marina del Sol, reclamó públicamente por la decisión del Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos, que la semana pasada decidió postergar su resolución final para otorgar la licencia para operar el futuro establecimiento a instalarse en Chillán.

En un inserto publicado en el diario La Segunda, el directorio de la firma expresa su “absoluta extrañeza y fundada preocupación” por la decisión de la entidad pública, advirtiendo acerca de circunstancias que pondrían en evidencia la incoherencia en la actuación de la autoridad.

El Consejo Resolutivo –que preside el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco– informó la semana pasada que no zanjará el proceso hasta que la Corte de Apelaciones de Concepción no resuelva el recurso de protección presentado por la empresa argentina Boldt, que impugnó la decisión del Consejo Regional del Biobío de respaldar a Marina del Sol en el proceso de licitación.

“La suspensión, pese a que ese tribunal –cuatro veces– rechazó paralizar el concurso, queremos entenderla como un acto de prudencia. Sin embargo, hacemos pública nuestra absoluta extrañeza y fundada preocupación, porque en su decisión, basada en la necesidad de esperar el fallo de un recurso judicial, el Consejo omitió el otro Recurso de Protección, presentado por la misma empresa argentina, ante la Corte de Apelaciones de Santiago, que incide en materias estrictamente jurídicas propias de la competencia de los Tribunales. ¿Es que este fallo no hay que esperarlo? ¿Es que sólo esperarán el fallo que se elija? Una decisión coherente: ¿no exigiría suspender el proceso mientras todos los recursos administrativos y judiciales estén resueltos? En nuestra opinión, un criterio de equilibro e igualdad debió llevar a adoptar la misma posición: esperar todas las sentencias judiciales definitivas, de los Tribunales de Justicia, particularmente en materias esencialmente jurídicas y de los órganos administrativos correspondientes”, señala Marina del Sol en su declaración.

La empresa no se queda ahí en su crítica. Asegura que no puede “dejar de reparar” en que el Consejo “nada haya dicho” respecto de aguardar los resultados de la investigación sumaria administrativa que solicitó y se inició por resolución N°98 del 27 de mayo de 2015, en relación con “funcionarios que, habiendo sido nombrados en su oportunidad por el ex Superintendente Francisco Leiva, después asesor de la empresa Boldt, han actuado con arbitrariedad, porque han generado diferencias de trato”.

La firma ligada a Nicolás Imschenetzky alude al proceso de licitación para el casino de Ovalle, donde, finalmente, ganó Boldt.

“El 2013, las divisiones jurídica y de estudios de la superintendencia generaron y/o aprobaron un instructivo detallado acerca de cómo debían votar los Consejeros, remitido al Gobierno Regional de Coquimbo. Gracias a esas instrucciones, la empresa argentina Boldt obtuvo 300 puntos, en tanto que las otras dos empresas que competían en la misma comuna de Ovalle, obtuvieron 0 puntos, lo que permitió adjudicarse la licencia en esa ciudad a la empresa asesorada por el Superintendente. Es más, no habiendo sido capaz Boldt, de poner en funcionamiento su casino antes del 3 de septiembre de este año como legalmente debía hacerlo, la superintendencia le ha concedido un plazo adicional de 8 meses”, denunció Marina del Sol.

El inserto de denuncia agrega que en 2014 –y a propósito del polémico concurso en Chillán– los mismos funcionarios de divisiones internas de la Superintendencia “no sólo omitieron enviar ese instructivo, sino que, además, uno de los jefes de división remitió un correo electrónico a un alto funcionario regional, planteando una interpretación opuesta a la de Ovalle, la que –curiosamente– en este caso también favorece a la empresa argentina”.

Por ello, la empresa penquista reclamó que “esta situación debe ser aclarada por el Consejo Resolutivo para que la competencia pueda ser calificada como norma”, recordando que “los hechos descritos en nuestra denuncia pueden revestir significación penal”.

Junto con ello, Marina del Sol denunció haber sido víctima, un día antes de la decisión del Consejo Resolutivo, de un “reportaje por encargo, que alude a fuentes del Ministerio de Hacienda, con el cual se quería influenciar la decisión de la autoridad, tratando, aquellos que desde su llegada han usado todos los medios –incluyendo contactos personales con autoridades político administrativas para obtener sus fines, de poner a nuestra empresa como supuesta poseedora de una red de contactos políticos que usaríamos para adjudicarnos la licencia”. La empresa aseguró que “no tenemos medios para influir en el Ministerio de Hacienda, ni en los profesionales de la Superintendencia”.

Marina de Sol alude al artículo publicado por este medio que develó una serie de vinculaciones de personeros de la empresa con dirigentes políticos de la región, particularmente de la Democracia Cristiana y partidos de derecha.

“Finalmente, hacemos presente que nuestro proyecto es el que ofrece la mayor inversión, da más puestos de trabajo, ofrece un hotel de cinco estrellas más grande, por su mayor cantidad de máquinas genera más impuestos, produce su propia energía y entrega a la ciudad de Chillán un parque urbano, cualidades éstas con las que en su oportunidad postulamos a la adjudicación, asistiéndonos la creencia honesta de intervenir en una competencia limpia”, sigue el inserto.

Luego de destacar las cualidades del proyecto que presentaron en Chillán, Marina del Sol señaló que espera “igualdad, ecuanimidad y coherencia, en las actuaciones de la autoridad”.

La intrincada guerra por el casino de Chillán alcanzó su peak el año pasado, luego de las cuestionadas votaciones en el Concejo Municipal de la ciudad sureña, con rumores de coimas en el proceso, descartadas por las autoridades locales.

Fuente: elmostrador.cl