Imagen del robo de unas máquina captada por una una cámara de seguridad

Eran unos verdaderos maestros de los asaltos a comercios, pero la Guardia Civil ha logrado ponerles freno. La Benemérita ha desarticulado, a través de la ‘Operación Kugan’, una organización acusada de 84 robos en estancos y gasolineras de Murcia, Albacete, Alicante, Córdoba, Granada, Huelva, Sevilla y Jaén. Según informaron fuentes del cuerpo, los 14 presuntos integrantes de esta red detenidos en el golpe podrían encontrarse detrás de nueve asaltos a establecimientos de Los Alcázares, La Aljorra (Cartagena) y Balsapintada (Fuente Álamo) cometidos entre agosto y noviembre del pasado año.

A los detenidos, de nacionalidad rumana y española y con edades entre los 18 y 56 años, se les imputa n presuntos delitos de robo con fuerza, daños, sustracción de vehículos, receptación y pertenencia a organización criminal. Según informó el instituto armado, la gran mayoría residen en Alicante, Huelva y Castellón y contaban con antecedentes por delitos contra el patrimonio.

La ‘Operación Kugan’ se inició tras una serie de robos en estaciones de servicio de Albacete que despertaron cierta alarma entre los vecinos. Los agentes de Guardia Civil comprobaron que los robos tenían «un patrón y secuencias similares». Los ladrones, según explicó el cuerpo, anulaban los sistemas de alarma, cortaban el alumbrado público del exterior de los establecimientos, forzaban la cerradura y sacaban fuera las máquinas de tabaco y tragaperras para llevárselas a un lugar seguro donde extraerles el dinero y las cajetillas de tabaco. Después, el grupo criminal robaba vehículos para realizar alunizajes contra los establecimientos y, al tiempo, transportar la mercancía robada.

La Guardia Civil realizó ocho registros en casas y locales de las localidades alicantinas de Elda, Novelda y Petrer. Los agentes lograron recuperar 1.526 cajetillas de cigarrillos, 1.000 euros en efectivo, tres vehículos y aparatos audiovisuales.

Los detenidos formaban un grupo perfectamente organizado y estructurado», con integrantes que tenían funciones distintas. Así, según informaron fuentes del instituto armado, dos miembros de la banda se dedicaban a vigilar mientras se cometían los robos, mientras otro circulaban delante de los demás vehículos para avisar de posibles controles. El Juzgado de Instrucción número 1 de Hellín se ha hecho cargo del caso.

Fuente: La Verdad.