Casino seminola
Uno de los casinos seminolas en Florida

Tras semanas de intensas negociaciones con el gobernador de la Florida Rick Scott y con legisladores, el lunes la Tribu Seminola de la Florida rompió su silencio e informó que hay en camino un «notable progreso» para renovar su acuerdo de juegos de juegos con el estado, al tiempo que presentaba una demanda en una corte federal donde acusa al estado de no estar negociando de «buena fe», en caso que las negociaciones no funcionen.

«La tribu cree que una solución legislativa sería lo mejor para los intereses del estado y de la tribu», dijeron los seminolas en una declaración, después de presentar la demanda en una corte federal en Tallahassee. Sin embargo, en la declaración se agrega que la demanda es necesaria «para de este modo proteger sus intereses y los de los 3,100 empleados y sus familias cuyos trabajos corren peligro».

La tribu, propietaria de Hard Rock Casinos en Tampa y Hollywood, tiene hasta el 29 de octubre para dejar de operar las mesas de juego —la veintiuna, chemin de fer y baccarat— en cinco de sus siete casinos, ya que una cláusula clave del acuerdo de 2010 que le permite operar los juegos a cambio de pagos al estado expiró a fines de julio.

El acuerdo sigue vigente hasta finales de mes, pero tanto el acuerdo como la Ley Reguladora de Juegos, le dan a la tribu el derecho a buscar la intervención de la corte en caso que surja una disputa con el estado.

A pesar de las actuales conversaciones, la demanda alega que el estado no está negociando de «buena fe», ya que exigió que se hicieran modificaciones a las cláusulas del acuerdo que quedan «para aumentar sustancialmente los pagos de la tribu al estado, sin que exista un aumento proporcional en beneficios económicos para la tribu».

La tribu argumentó que el estado violó el acuerdo cuando permitió el uso de mesas de juego en casinos en el sur de la Florida en franca violación de sus derechos exclusivos. La demanda le pide a la corte que le ordene al estado declarar legales los juegos de mesa y negociar de buena fe.

La oficina del gobernador no quiso hacer ningún comentario. En junio, el Departamento de Negocios y Regulación Profesional de la Florida estuvo en desacuerdo con las peticiones de los seminolas y le pidió a la tribu que le de «un cronograma para el cierre de los juegos de mesa en sus instalaciones». Sin embargo, la tribu no lo ha hecho, y ha afirmado que los reguladores están violando el acuerdo al permitir los juegos.

Funcionarios de la tribu se reunieron con el gobernador hace dos semanas y volvieron a Tallahassee la semana pasada para seguir discutiendo con el equipo de Scott y con importantes legisladores. Hasta ahora la tribu no había hecho comentarios acerca de las negociaciones pero en su declaración del lunes parecía optimista.

“James E. Billie, presidente de la Tribu Seminola de la Florida, tiene la satisfacción de informar que hay un notable progreso en las negociaciones de la tribu con el gobernador y los líderes de la Legislatura de la Florida con vistas a concluir un nuevo acuerdo, y que la tribu sigue esperanzada de que todo termine con resultados positivos», dijo la declaración.

Los legisladores pasaron todo el verano y parte del otoño negociando si se debe renovar, enmendar o expandir el acuerdo, que deberá ser firmado por el gobernador y aprobado por la Legislatura.

Según el representante José Félix Díaz, republicano por Miami, y principal negociador de la Cámara, se ha discutido aumentar las ganancias del estado al garantizar un pago anual que podría estar entre $200 y $400 millones, en función de los ingresos, en períodos de tiempo que oscilan entre los siete y los 20 años. Entre otras opciones a discutir está permitir que los cinódromos del Condado Palm Beach agreguen máquinas de juego, obtengan una licencia para un nuevo casino de máquinas de juego en Miami y que se le permita a los hipódromos y cinódromos tener salones de juego sin tener carreras de animales.

Díaz, presidente del Comité de Asuntos Regulados de la Cámara, le dijo al Herald/Times que el asunto es complicado porque los legisladores están divididos en la mayoría de los temas y cualquier acuerdo final debe tranquilizar a los que quieren sus casino locale de apuestas mutuas, limitar la expansión de juegos o utilizar el acuerdo para generar más ingresos para el estado.

Con anterioridad, la tribu ha dicho que ignoraría la fecha límite de octubre y no sólo seguiría con los juegos, sino que también continuaría enviándole pagos al estado.

Dado que el primer acuerdo se firmó con el estado en el 2010, la tribu ha compartido más de $1,000 millones en ingresos a cambio de la exclusiva operación de sus juegos de mesa, y máquinas tragamonedas en sus cinco casinos fuera del sur de la Florida.