Macao
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El negocio del juego, la gallina de los huevos de oro de la región china de Macao desde que dejó de ser colonia portuguesa, no está en su mejor momento. Los ingresos de los casinos que operan en el territorio se situaron cerca de los 2.200 millones de euros en febrero, una caída del 48,6 % con respecto al mismo mes del año anterior.

El hundimiento de las ganancias ha coincidido, para más inri, con la que tradicionalmente es la mejor época del año para el sector: las vacaciones del Año Nuevo Lunar chino.

Macao es el único enclave del país donde el juego es legal. Los casinos se nutren de los clientes procedentes de la China continental, que visitan la región casi exclusivamente para este fin. Entre el 18 y el 24 de febrero, la semana de vacaciones oficiales de Año Nuevo, más de 800.000 turistas procedentes de la China viajaron a la excolonia portuguesa. Sin embargo, el récord de visitas no se tradujo, según los datos oficiales conocidos este martes, en más dinero gastado en los 35 casinos que operan en el territorio.

«El mayor culpable de la caída fue el segmento de clientes VIP, que ya pasaba por numerosos problemas«, explicó Grant Govertsen, analista del centro de investigación Union Gaming de Macao a la agencia Reuters. No en vano, estos clientes VIP -los que juegan mayores montos- son también las principales víctimas de la campaña anticorrupción emprendida por el presidente chino Xi Jinping, especialmente intensa durante el Año Nuevo chino, unos días dados a los excesos. Macao también se ha convertido en un lugar habitual para el lavado de dinero y la salida de capitales, fuertemente controlada en el resto de China. La persecución contra esta práctica, junto a la considerable desaceleración de la economía china -creció un 7,4 % en 2014, el valor más bajo en 24 años-, han desincentivado los viajes de los más acaudalados hacia Macao.

Los ingresos del sector ya cayeron un 2,6 % en 2014 por primera vez en su historia y los analistas auguran una bajada de un 8 % adicional para este año, una tendencia que pone en apuros la economía de la región, muy dependiente de los casinos. El pasado diciembre, con motivo del decimoquinto aniversario de retorno a la soberanía china, Xi Jinping ya advirtió de la necesidad de diversificación de la economía del territorio: «Macao debe expandir el espacio de su desarrollo a través de la cooperación regional«, afirmó.

La región, conocida como «Las Vegas asiática» (a pesar de que los ingresos de sus casinos son siete veces mayores a los de la ciudad estadounidense), intenta promocionar su potencial como destino turístico, de compras o de congresos y convenciones.

No será nada fácil para un territorio de solamente 31,3 kilómetros cuadrados que ha basado su desarrollo casi exclusivamente en el juego. Desde que el gobierno autónomo aprobó la privatización del sector en el año 2002, compañías extranjeras como Sands, Wynn o MGM aterrizaron en el enclave y provocaron el aumento exponencial de la actividad económica.

Con 630.000 habitantes, Macao cuenta actualmente con una de las tasas de paro más bajas del mundo, del 1,7 %. A finales de 2013 su PIB per cápita se situó en los 91.376 dólares anuales -solamente por detrás de Luxemburgo, Noruega y Catar-, según datos del Banco Mundial. Esa riqueza, sin embargo, se concentra en muy pocas manos y los residentes locales se quejan del aumento de las desigualdades y la subida constante de los precios, especialmente de la vivienda.

Fuente:  EL PAÍS.