Günther Oettinger, Comisario Europeo para la Economía y la Sociedad Digitales
Günther Oettinger, Comisario Europeo para la Economía y la Sociedad Digitales

En el Viejo Continente existe un mercado interno para el queso cottage y el carbón vegetal desde hace décadas; pero, hasta ahora, la Unión Europea (UE) no ha abierto un espacio similar para los bienes tangibles e intangibles del ámbito informático. ¿Pueden sus autoridades ponerse al día en esa materia? Eso está por verse.

Este miércoles (6.5.2015), en su reunión semanal, los miembros de la Comisión Europea allanaron el camino para la entrada en vigor de 16 leyes e iniciativas que buscan crear un mercado comunitario para todos los productos y servicios digitales concebidos en el bloque.

Andrus Ansip, ex primer ministro de Estonia y actual vicepresidente de la Comisión Europa, sostiene que es imprescindible un espacio con reglas que valgan por igual para todos los socios de la UE. Ansip alude a la regulación del comercio, de la protección de datos y de los derechos de autoría.

“La democracia toma su tiempo”
Ansip, quien también es Comisario Europeo para el Mercado Digital Interno, pone como ejemplo los problemas generados por el “geo-blocking”, el mecanismo que permite restringir el acceso a datos o a aplicaciones determinadas dependiendo del país comunitario en que se encuentre el usuario.

Debemos ponerle un fin a eso”, sostiene Ansip, acotando que el “geo-blocking” sólo debería aplicarse en casos excepcionales, como en el campo de los juegos electrónicos de apuestas. El alemán Günther Oettinger, Comisario Europeo para la Economía y la Sociedad Digitales, lo secunda.

Para Oettinger, crear ese mercado interno es vital para poder fomentar las innovaciones y la creación de nuevas empresas en territorio comunitario. A sus ojos, ese mercado también puede proteger la competitividad de la UE. No obstante, Ansip admitió que se ese mercado interno sólo se podrá dar por consumado en cinco años.

“La democracia toma su tiempo”, dijo Ansip, refiriéndose a que son varias las instituciones europeas involucradas en la definición de los marcos legales necesarios para que ese mercado interno funcione como un reloj.

Fuente: dw.de