Después de largos meses de negociaciones, el gobernador Rick Scott firmó un convenio con la tribu seminola el lunes pasado que le generaría casi $3,000 millones en ingresos al estado durante siete años a cambio de darle a la tribu los derechos exclusivos para operar mesas de blackjack (veintiuna) y también agregar dados y ruleta.

El acuerdo por 20 años le permite igualmente a la Legislatura abrir las puertas a las apuestas parimutuales para operar nuevos casinos con máquinas tragamonedas en los condados Miami-Dade y Palm Beach y que los casinos que ya existen en el sur de la Florida busquen la aprobación de los votantes para operar de forma limitada mesas de blackjack.

“Con $3,000 millones garantizados en los primeros siete años y con un límite en los juegos de la tribu, tengo esperanzas de que este convenio se convierta en el inicio de un ambiente de juegos estable y predecible para el estado de la Florida”, escribió Scott en la carta que le envió el lunes al presidente de la Cámara Steve Crisafulli y a Andy Gardiner, presidente del Senado. “Lograr este convenio es el primer paso en el proceso señalado por la ley, y espero seguir trabajando con ustedes y sus respectivas cámaras esta sesión para ratificar este acuerdo histórico por $3,000 millones”.

El acuerdo deberá obtener la aprobación de la Cámara y el Senado, algo necesario para poder ratificarlo. El lunes, el principal negociador del Senado dijo sentirse optimista.

“Me parece que es un acuerdo bueno y justo para todos los residentes de la Florida”, dijo el senador Rob Bradley, republicano por Fleming Island, quien trabajó junto al representante José Félix Díaz, republicano por Miami, en la Cámara para ultimar los detalles del acuerdo con la oficina del gobernador y con representantes de la tribu.

Algo crucial en el acuerdo será una medida complementaria que detallaría las licencias que se ofrecen en las instalaciones de Palm Beach y Miami-Dade, así como una contracción de las licencias de apuestas parimutuales en otras partes del estado.

“No concibo un proyecto de ley sin el otro”, dijo Bradley al hablar sobre los proyectos complementarios de ley.

La medida sin embargo también abre las puertas a la expansión de los juegos, sobre todo en el sur de la Florida, donde la compañía malaya Genting quiere construir un enorme casino-resort en la Bahía de Biscayne, en los terrenos en que durante años estuvo el edificio del Miami Herald. Bajo el convenio, la tribu continuaría haciendo pagos incluso frente a la competencia cada vez mayor de un nuevo casino con máquinas tragamonedas en Miami-Dade o Broward. Es muy probable que el Hotel Fontainebleau en Miami Beach también compita por la licencia para tener tragamonedas.

La tribu podrá ofrecer los juegos de mesa en siete de sus reservaciones, y agregar Big Cypress y Brighton a los cinco casinos que en la actualidad están autorizados en el acuerdo de cinco años que expiró en julio. Con anterioridad, la tribu quería abrir un nuevo casino en Fort Pierce, pero en este acuerdo ello no se permitió.

Ausente en el acuerdo no hay ninguna cláusula que permita tragamonedas en el cinódromo de Bonita Springs, cerca de Fort Myers, y tampoco en Gretna, al oeste de Tallahassee, sin violar los términos del convenio.

La proposición sustituye una cláusula del acuerdo legal, conocido como convenio, que firmó el ex gobernador Charlie Crist en el 2010 y que le da la tribu seminola el uso exclusivo de juegos de cartas en cinco de sus casinos a cambio de pagos de cerca de $100 millones anuales al estado. Esta cláusula expiró el pasado 31 de julio, y la proposición extiende el pacto otros 20 años e impone una limitación a la cantidad de juegos que puede ofrecer la tribu.

Bajo el antiguo convenio, la tribu accedió a pagar por lo menos $234 millones anuales a cambio de los derechos exclusivos para operar tragamonedas en cuatro casinos fuera de Miami-Dade y Broward. El nuevo acuerdo comienza con ingresos mínimos garantizados al estado de $325 millones anuales durante el primer año y aumenta a $550 millones durante el séptimo año.

La carta de Scott también pronostica que la tribu gastará $1,800 millones en inversiones de capital y creará 4,800 nuevos empleos.

Sin embargo, la tribu estuvo de acuerdo en limitar a 3,000 el número de máquinas tragamonedas en cada uno de sus siete casinos, así como 150 juegos de cartas y juegos de mesa en cada una de sus instalaciones.

Una de las interrogantes sin responder es el impacto que tendrá el problema de las ligas deportivas de fantasía en el convenio. La decisión le abre las puertas a la posibilidad de que los pagos de la tribu se detengan si el estado cambia la ley. En una entrevista que tuvo lugar el lunes, Gardiner le dijo al Herald/Times que considera la decisión de algunos legisladores para regular las ligas de fantasía un craso error que a la larga conduciría a juegos por Internet en la Florida.