Raúl Bravo, uno de los presuntos implicados en los amaños

Los investigadores localizaron en las oficinas del Huesca anotaciones manuscritas con supuestas entradas y salidas de dinero relacionadas con la trama, junto a varios nombres no identificados

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional aún no ha podido analizar toda la documentación que se llevó de las oficinas de la Sociedad Deportiva Huesca la semana pasada durante la operación Oikos, pero ya está rastreando movimientos de fondos que estarían relacionados con la red de amaños de partidos de Primera, Segunda y Tercera División que supuestamente lideraban los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda. Las investigaciones sitúan al Huesca en el epicentro de la trama.

Según el sumario del procedimiento, al que ha tenido acceso El Confidencial, los agentes localizaron en la sede del club, recién descendido a Segunda División, anotaciones manuscritas que reflejarían supuestas entradas de dinero por importe de 250.000 euros y salidas por valor de otros 405.000. Además, durante el registro se descubrió un correo electrónico impreso en el que se trataba una supuesta operación mercantil que habría tenido como objetivo introducir en territorio español 900.000 euros que permanecían ocultos en una cuenta bancaria de Suiza.

Los agentes del Centro de Integridad en el Deporte y Apuestas de la Policía que lideran las pesquisas sobre los presuntos amaños —la UDEF se centra en la derivada económica y financiera de la organización criminal— sospechan que las entradas y salidas son en realidad el dinero apostado y las ganancias obtenidas tras cumplirse los pronósticos esperados, respectivamente. Junto a los números figuran los nombres de las personas que habrían facilitado los fondos para hacer pronósticos y las cantidades que correspondían luego a cada uno de ellos.

Así, en una columna encabezada por la palabra «CANTIDAD», se podía leer «125.000» con una flecha apuntando a «Raúl/Aranda», en clara alusión a los supuestos cabecillas de la red; «80.000» que estarían relacionados con un tal «Jacobo»; «25.000» que pertenecerían a «Rodrigo»; y «10.000 + 10.000» con una flecha hacia «Doctor/Agustín». En una segunda columna presidida por el término «COSTE», aparecían las cantidades anteriores junto a las mismas identidades, aunque con un incremento significativo. De los «125.000» de «Raúl/Aranda» sale una flecha hacia «125.000 + 20.000»; de los «80.000» de «Jacobo» sale otra hacia «80.000 + 60.000 + año de contrato»; los «25.000» de «Rodrigo» se transformarían en «25.000 + 5.000»; los «10.000 + 10.000» de «Doctor/Agustín» pasan a ser «40.000»; y aparece un nuevo nombre, «Garai» [sic], al que teóricamente le correspondían otros «20.000».

El presidente negó haber escrito las notas

Los agentes preguntaron a los investigados y testigos por estas anotaciones, pero ninguno admitió haberlas realizado. Además de los dos presuntos líderes de la red, sospechan que el «Agustín» que parece en los apuntes sería el ya expresidente de la SD Huesca, Agustín Lasaosa, que presentó su dimisión tras ser detenido por su presunta implicación en los amaños. Por su parte, la palabra «Doctor» se referiría al jefe de los servicios médicos del club, que también fue arrestado. Ambos niegan ser los autores de esos apuntes y manifestaron que no había ningún motivo para que el responsable del documento estuviera refiriéndose a ello con esas palabras.

Durante los interrogatorios también se preguntó a los directivos y jugadores que pasaron por comisaría para prestar declaración si sabían a quién se podía estar refiriendo la nota con los nombres de «Jacobo», «Rodrigo» y «Garai». Ninguno supo ofrecer una contestación, aunque todos coincidieron en que no conocían a nadie en la directiva del Huesca que respondiera a esas identidades. Por ahora se mantiene la incógnita, aunque los investigadores ya están haciendo gestiones en una dirección.

Como reveló El Confidencial, uno de los encuentros bajo sospecha es el Huesca-Valencia del pasado 5 de mayo, que terminó con un extraño marcador de 2-6. Al descanso, el resultado era aún más extraño, con un 0-5 para los visitantes. Dos de los goles del Valencia los marcó el delantero Rodrigo, internacional con España. Y uno de los centrales del equipo de la capital del Turia se apellida precisamente Garay, con «y» griega, aunque ese día se quedó en el banquillo y no pisó el césped ni un minuto. En los interrogatorios, la Policía preguntó a los investigados directamente por «Garay», y no por el «Garai» con «i» latina descubierto en las oficinas del equipo oscense.

«Una compraventa ficticia de acciones»

Con todo, los individuos que se corresponderían con esas tres anotaciones siguen siendo una incógnita. «Garai» es un apellido poco frecuente en el mundo del fútbol pero «Rodrigo», en cambio, es un nombre menos extraño. También se llama así, por ejemplo, uno de los centrocampistas titulares del Atlético de Madrid. Asimismo, no hay pistas sobre el supuesto «Jacobo» de los apuntes. Lo que sí ha quedado claro es que esos nombres no estarían relacionados con la SD Huesca.

El otro gran hallazgo que subrayan los investigadores es un documento «que parece ser un correo electrónico o carta en el que se trata de justificar una entrada de dinero de más de 900.000 euros procedente de una cuenta bancaria en Suiza utilizando presuntamente una compraventa ficticia de acciones del Huesca en el año 2009, encontrándose firmada por el presidente en esos momentos y el propio Agustín Lasaosa», vicepresidente en aquella época. Los agentes tratan de averiguar por qué un papel de hace 10 años, que recoge un presunto blanqueo de capitales, estaba a la vista y junto a otros documentos contables actuales.

Solo es una parte de las pruebas que la Policía se incautó en la operación Oikos y que tendrá que estudiar durante los próximos meses. Además de estos movimientos también se peinan las transacciones que la presunta organización criminal habría realizado en otros países mediante intermediarios. De las escuchas se desprende que Bravo y Aranda usaron un contacto para hacer apuestas en los principales operadores asiáticos no regulados, en los que se permite probar suerte con grandes sumas de dinero sin facilitar luego esos datos con las autoridades de supervisión occidentales.

Fuente: elconfidencial.com