Con casco y chaleco antibalas, completamente equipados. Así llegaba la policía a esta discoteca de Valencia, como si fueran a una operación de alto riesgo.
Se trata de un amplio dispositivo para comprobar que los clientes tuvieran el pasaporte Covid. Una vez dentro, luces encendidas, música apagada y comienzan los controles. Uno por uno se pide el pasaporte Covid a todos los clientes y si no lo tienen: multa. Una intervención que se repitió en 18 locales y que el sector del ocio nocturno considera desproporcionada.
Según fuentes de la delegación del gobierno, se han levantado 49 actas de sanción por incumplimiento del certificado Covid a particulares y 264 por no hacer uso de la obligatoria mascarilla.
Respecto a las discotecas, tanto la delegada del gobierno como la consellera de Sanidad han dicho que no les parece desproporcionado, que se les da una orden a la policía y ellos lo hacen a su manera. Lo bueno es que no se produjeron altercados.
Fuente: Publico.es