La Comisión Legislativa ha acabado la discusión del proyecto de ley de regularización de los juegos de azar, y lo ha hecho con modificaciones importantes en cuanto al redactado original que presentó Antoni Riberaygua cuando era ministro de Presidencia.
De entrada, según explicó ayer la consejera de DA y presidenta la de comisión, Silvia Calvó, sólo se otorgará una licencia para explotar un casino y se excluye la posibilidad de un segundo casino cuando Andorra supere los 100.000 habitantes. Calvó subrayó que el crecimiento poblacional hace que esta posibilidad «quede muy lejos y, por lo tanto, ya habrá tiempo para hacer cambios a la ley si es necesario.» Al final del artículo 20 de este proyecto, que ya está listo para ser debatido en el Consejo General, se especifica que «la licencia –en este caso de clase A– no permite, más allá de la ubicación adjudicada, la apertura otros establecimientos de juego en cualquier parte del territorio andorrano».
La consejera justificó la modificación porque se considera que con los habitantes actuales y el flujo de turistas que tiene Andorra basta con un casino en funcionamiento.
Otro de los cambios destacados es que la empresa concesionaria perderá el premio que el texto de Riberaygua preveía según el número de pernoctaciones, que había levantado la oposición del Grupo Socialdemócrata. Calvó señaló ayer «que los miembros de la comisión legislativa han coincidido en que se haría muy difícil aplicar esta prerrogativa que daba una bonificación fiscal a bingos y casinos para atraer turistas, consistente en una reducción del 5% de la cuota tributaria por cada 150.000 pernoctaciones adicionales». Este ha sido un cambio compartido por los tres grupos parlamentarios puesto que, como subrayó Calvó, se trata de una medida «muy difícil de aplicar a la práctica». Además, la consejera añadió que el texto contempla otros tipos de bonificaciones relacionadas con las contrataciones de puestos de trabajo o las también contempladas a la ley de sociedades, y que esta que hacía referencia a los visitantes que presuntamente se podrían desplazar en Andorra atraídos por el casino se trata de una disposición muy compleja y complicada de valorar.
Control del blanqueo
Bonet quiso poner énfasis en el punto que hace referencia al apartado sobre el control del blanqueo de dinero y el acceso de los menores de edad. En este ámbito se han integrado los consejos que había hecho llegar la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) «de forma que se han reforzado mucho más los controles y muchas de las modificaciones han sido adoptadas con consenso». El artículo 68 del proyecto de ley determina que «queda prohibido a los menores de edad, incluso emancipados, el acceso a las salas de juego de azar, o a los lugares autorizados para su práctica, excepto si en la sala se juega al quinto tradicional. En particular los resta prohibido el acceso en las salas de juego de los operadores de categorías 1 y 2».
También se añade: «Los establecimientos de juegos de azar, incluidos los operadores de juegos de azar en línea, obligatoriamente tienen que poner obstáculo a la participación de menores de edad en las actividades de juego de azar que proponen, mediante controles de verificación de la edad durante el procedimiento de registro y a través de enlaces a programas de control parental».
Esta ley del juego que dejó el ex ministro de Presidencia fue tramitada directamente a la Comisión Legislativa de Economía, evitando de este modo la de Finanzas porque esta estaba muy cargada de trabajo y la entrada del proyecto de ley del Presupuesto del 2015 bloquea todo el trabajo que está en curso.
Fuente: elperiodicdandorra.ad