Con los votos del bloque oficialista y el rechazo de otras bancadas, la Legislatura porteña habilitó la resolución del directorio de Lotería de la Ciudad de Buenos Aires que fijó las reglas, los requisitos, los estándares y las limitaciones para el funcionamiento de losjuegos de azar y sorteos con apuestas on line.

La aprobación se consiguió con 34 votos a favor del bloque de Vamos Juntos y 26 negativos de las restantes bancadas, y abarca la realización de «todos los juegos en línea de azar y/o destreza, apuestas deportivas, juegos virtuales y eventos no deportivos, realizados mediante la utilización de máquinas, instrumentos o soportes, de cualquier tipo o tecnología». En un comunicado, la Legislatura informó que «se trata de tragamonedas, ruleta, juegos de cartas (poker, black jack, punto y banca) y juegos ‘lotéricos’ (aquellos en los que se otorgan premios en base a sorteos)«.

El diputado oficialista Cristian Bauab (Vamos Juntos) dio detalles de la normativa y destacó que, para asegurar la competencia, el sistema requerirá de la existencia de al menos tres agencias prestadoras del servicio que tengan «solvencia financiera, capacidad técnica y equipos tecnológicos». «No podrán apostar los menores de 18 años, el personal de las agencias, sus familiares, ni deportistas» que participen de actividades que sean objeto de estas apuestas, explicó el diputado oficialista.

La norma aprobada, según afirma el proyecto, incorpora una política de juego «comprometida con los derechos de los menores, consumidores y usuarios» y suma controles de acuerdo a las recomendaciones de la Unidad de Prevención de Lavado de Dinero y Prevención del Terrorismo. Es así que no podrán realizarse apuestas desde cuentas asociadas al pago de «planes o programas de ayuda social, o de la ANSES» y estará prohibido el uso de monedas extranjeras.

Uno de los que votó en contra fue el legislador Marcelo Depierro (Mejor Ciudad), quien destacó que «el funcionario de Lotería que explicó la reglamentación hizo silencio cuando se le preguntó si habría algún impedimento para que un beneficiario saque una cuenta en otro banco, transfiera dinero de un plan social y juegue».

Por otro lado, desde el bloque que responde a Martín Lousteau, María Inés Gorbea se sumó a las críticas señalando que es un proyecto que fomenta el juego y que no se prohíbe el uso de tarjetas de crédito, algo que se encuentra vedado en el caso del juego tradicional.

Con la aprobación de la ley se deberán habilitar herramientas que permitan a los usuarios «establecer límites de gasto, tiempo por sesión y periodicidad de juego«, aunque la Lotería dispondrá valores mínimos y máximos de aplicación obligatoria.

En ese sentido, los apostadores deberán «tener un mecanismo sencillo en la plataforma del sistema que les permita tomarse un tiempo fuera de la plataforma» y otro que «permita la inscripción a los apostadores en el Registro de Autoexcluidos«, en el que Agencia de Juego en línea debe asegurar que no se puedan realizar operaciones relacionadas al juego.

«Nosotros estamos en contra de la promoción y proliferación del juego«, comentó por su parte el socialista Roy Cortina para rechazar la iniciativa, y dijo que en la política gubernamental «hay una negación extraña de la adicción al juego: con lo que se recauda del juego se asiste a los adictos, pero por otra parte se lo impulsa. Es un círculo vicioso perfecto«.

Los prestadores del servicio no podrán conceder préstamos a los usuarios, no permitirán préstamos entre los apostadores y la interfaz de la plataforma de juego no deberá inducir al apostador a que recupere sus pérdidas.

Además de los bloques que rechazaron la iniciativa, también se manifestaron en el recinto los propietarios de agencias de juego, quienes sostuvieron que la norma pone en riesgo más de 3.500 puestos de trabajo.

Fuente: infobae.com