Cristóbal López
Cristóbal López

Los movimientos de accionesen las empresas de Cristóbal López parecen ser constantes en los últimos meses. La semana pasada se conoció su separación societaria con Fabián De Sousa, junto con la noticia de que Oil Combustibles adeuda 8 mil millones de pesos de tasas a la AFIP.

Ahora, Perfil.com pudo constatar que el ¿ex? dueño del Grupo Indalo también tiene nuevos socios en el juego, su mejor negocio.

Casino Club SA contaba con solo cuatro dueños: Cristóbal López, Ricardo Benedicto y Juan Castellanos Bonillo, cada uno con un 30 por ciento, además de Héctor Cruz, con el 10 por ciento restante (El poder del Juego, Aguilar).

Sin embargo, el 14 de enero de 2016 se publicó en Nosis (índice de información comercial y crediticia de empresas) la modificación del estatuto de la empresa y se sumaron siete socios más que ya trabajaban en el grupo. En diálogo con este portal, desde el entorno del empresario no le dieron entidad a esa fecha, sino que dijeron que esos cambios se dieron hace dos años «cuando Casino Club cumplió dos décadas de vida».

Más allá de las diferencias del calendario, lo cierto es que el empresario comparte cada vez más los porcentajes de sus empresas. Se sumaron, entonces, tres directores titulares y cuatro suplentes.

El primero de ellos es Francisco Vicente Vives que era parte de la Gerencia de Coordinación Operativa. El segundo, Juan Pablo Madoz, quien desarrolló tareas, hasta este momento, como ingeniero electrónico de la compañia. El tercero es Walter Luis Avila, de Comodoro Rivadavia, que fue gerente técnico entre 1994 y 2014; desde entonces, y hasta las modificaciones societarias, trabajó como Director de Operaciones.

Entre los directores suplentes, se sumó Daniel Osmar Herrera, abogado, también de Comodoro. Herrera fue uno de los tantos empleados de Cristóbal que aportó dinero para la campaña de Martín Insaurralde en 2013. Es una maniobra prohibida: la ley que regula los aportes a los partidos políticos no permite contribuciones de personas que exploten juegos de azar.

Herrera pasó por Clear Urbana (también de Cristóbal) y se desempeñó como director suplente en Oil M&S (2014), además de en Inversora M&S y CPC. A fines de 2015 fue designado vicepresidente de Oil Combustibles, y en diciembre de ese mismo año, director suplente de Indalo Petroleo e Inversiones.

Otro flamante accionista es Roberto Anibal Forestier, pampeano y exgerente de coordinación de Casino Club en esa provincia. Los medios del lugar destacan que «pasó de portero a gerente».

El sexto nuevo socio es Damián Pando, que trabaja para la firma desde 2002. Pasó también por Binbaires (2010), empresa con la cual López ingresó en el negocio del Juego de la provincia de Buenos Aires y en enero de 2015, fue designado director suplente de Trilenium SA, el casino de Tigre que pertenece en un 50% a la empresa.

Por último, se sumó Horacio Eduardo Bilbao, también de Comodoro Rivadavia y otro de los empleados que en 2013 aportó dinero para la campaña del FPV.

Porcentajes. Según explicaron fuentes cercanas a la compañía, Cristóbal, Castellanos y Bonillo cedieron 2 por ciento del total de su participación en el negocio (un total de 6 por ciento) a estos nuevos socios «que acompañaban desde que se fundó Casino Club».

No todos tuvieron la misma suerte. Cinco de ellos se quedaron con el 1 por ciento y el resto con 0,5 cada uno. Las mismas fuentes no supieron detallar con qué porcentaje se quedó cada nuevo integrante de la mayor empresa relacionada al Juego en el país.

Fuente: perfil.com