Lionel-Assant, responsable de Private Equity de Blackstone

La operación estaría valorada en 2.000 millones de euros y también incluiría la deuda del grupo. El consejero delegado de la compañía desde 2006, Joaquim Agut, asumirá también la presidencia.

Manuel Lao, propietario de Cirsa, no ha querido prolongar durante más tiempo el proceso de venta del gigante del juego y ha optado por vender la compañía a Blackstone. Ni el gigante del capital riesgo, ni tampoco el hasta ahora propietario han querido desvelar el importe de la operación, que podría haber alcanzado los 2.000 millones de euros, si se toma como referencia el valor de las pujas que en su momento publicó Bloomberg. En este importe estaría incluida la deuda del grupo, que rondaría los 950 millones, por lo que Manuel Lao podría recibir por sus acciones del gigante del juego unos 1.000 millones de euros.

Además del importe en efectivo, Lao conservará el negocio de Cirsa en Argentina, que se ha quedado fuera del acuerdo con el fondo norteamericano. La compañía gestiona en este país nueve salas, entre casinos y bingos.

Blackstone, por su parte, mantiene su confianza en el actual equipo gestor del grupo y, concretamente, en el que ha sido su consejero delegado desde 2006, Joaquim Agut. Una vez que el fondo tome el control de la empresa de juego, Agut asumirá el cargo de presidente.

Blackstone también adquirió el pasdo verano la empresa de eventos Clarion Events, organizadora, entre otros muchos eventos en todo el mundo,de ICE Totally Gaming, la principal feria del juego del mundo que se celebra en Londres todos los años.

Traspaso después de verano

Según fuentes financieras, la operación puede completarse después de verano, y la intención de Blackstone es mantener la sede de Cirsa en Cataluña -actualmente se encuentra en Terrassa (Barcelona)-, desde donde planea impulsar el crecimiento del grupo, tanto de forma orgánica como inorgánica. El planteamiento del fondo sería aprovechar el tamaño de Cirsa para consolidarla como el líder europeo del sector.

Para Blackstone, que hasta el momento había focalizado la mayoría de operaciones en España en el sector inmobiliario, la compra de Cirsa es un paso en su diversificación. Aunque en el pasado el fondo sí que ha invertido en negocios relacionados con el juego y el ocio, actualmente no contaba con ninguna participación en el sector.

De acuerdo con Lionel Assant, responsable de Private Equity de Blackstone, el grupo está «encantado» de realizar esta inversión. «Joaquim y su equipo han logrado un crecimiento rentable y sobresaliente durante los últimos 12 años, convirtiendo Cirsa en un operador internacional líder en juego y ocio. Estamos entusiasmados de apoyar a Joaquim y a su estrategia en esta nueva etapa, así como la expansión de Cirsa tanto a nivel orgánico como a través de adquisiciones y en nuevas zonas geográficas«, señaló en un comunicado, en el que informaba de la operación.

Desde Cirsa incidieron en que el nuevo propietario da continuidad al equipo gestor liderado por Agut y respeta el plan estratégico que tenían definido, y que llegaba hasta 2021.

En crecimiento

Blackstone compra la compañía en pleno crecimiento de sus cifras de negocio. De hecho, tanto los ingresos como el beneficio bruto de explotación (ebitda) marcaron máximos de una década el año pasado. Así, el ebitda alcanzó los 427 millones, un 7,2 por ciento más que en 2016, y la facturación superó los 1.716 millones, un 6,4 por ciento más. Desde que Agut llegara al cargo hace diez años ha triplicado el tamaño de la empresa y ha acumulado 41 trimestres consecutivos de mejora del beneficio bruto de explotación, de acuerdo con datos de la propia compañía. Para Blackstone, además, la compra puede impulsar una oportunidad desde la perspectiva en que puede aprovechar su músculo financiero.

Cirsa cuenta con cerca de 950 millones de bonos en circulación, cuyos intereses ha ido reduciendo en diferentes emisiones. En la más reciente, realizada en 2016, la entidad obtuvo 450 millones en financiación, que colocó a un tipo de interés del 5,75 por ciento. Aunque no cuenta con vencimientos a corto plazo, el fondo podría tratar de mejorar las condiciones de estos bonos, ajustando el coste a los tipos de interés de mercado y aprovechando la mejora de rating que recibió Cirsa el pasado enero por parte de S&P.

En cualquier caso, los mimbres son buenos. Cirsa es uno de los líderes mundiales en juegos de azar y la primera compañía española del sector. Cirsa acabó 2017 con 18.000 empleados en 10 países, con una oferta compuesta por 155 casinos, más de 40.000 máquinas recreativas, 68 salas de bingo, 165 salones de juego, 2.500 puntos de apuestas deportivas, 3.125 terminales de loterías y 2.565 terminales de videoloterías en España, Italia y Latinoamérica. También desarrolla la actividad de juego online en España, Colombia y Panamá, con las correspondientes licencias.

Solo en 2017 incorporó 25 casinos en América Latina (17 en Perú, uno en Costa Rica, tres en Panamá, dos en Colombia y dos en México); compró el 75 por ciento de la empresa operadora de máquinas de Barcelona Miky; adquirió un bingo en El Vendrell (Tarragona) y en Mestre (Venecia, Italia); lanzó una nueva máquina para el canal Hostelería; sumó cinco salones en España y consolidó el liderazgo de Sportium en apuestas deportivas.

Asimismo, indicó que estaba valorando otros proyectos de inversión, tanto en los mercados en los que ya está presente como en nuevos, siempre que «garanticen la sostenibilidad a largo plazo».

Fuente: eleconomista.es