Según la Superintendencia de Casinos de Juego, existen más de 900 sitios web para desarrollar apuestas en línea desde Chile, además de páginas extranjeras que ofrecen juegos de azar orientados a jugadores nacionales.

Desde 2021 estaban en el radar del fútbol chileno como auspiciadores de algunos equipos, y este año fue su gran debut. Mientras Universidad de Chile lanzaba la casa de apuestas griega Betano como su principal sponsor por los próximos años, otros equipos, como Colo Colo, hacían lo propio con el gigante sueco Betsson.

Asimismo, tanto Everton, Unión La Calera, Coquimbo, Ñublense y Audax italiano presentaban a la filial del grupo francés Super Group, Betway, en sus camisetas. Con esto, las apuestas online están en 15 de los 16 equipos del fútbol chileno de primera división, dando cuenta del auge de las plataformas de apuestas digitales en nuestro país.

¿Cuál es el problema?

En principio, los juegos de azar en Chile son considerados como actividades económicas ilícitas, que pueden operar excepcionalmente en virtud de leyes que así lo dispongan. En tal sentido, las únicas que actualmente son permitidas son las apuestas hípicas, la Lotería de Concepción, la Polla Chilena de Beneficencia, casinos de juego y bingos, loterías y sorteos con fines solidarios.

Sin embargo, según cifras de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), existen más de 900 sitios web y plataformas para desarrollar apuestas en línea desde Chile, además de otras páginas extranjeras que ofrecen juegos de azar en línea especialmente orientados a jugadores chilenos.

La entidad estima que el mercado actual es del orden de US$130 a US$170 millones anuales, monto que -según prevé el organismo- se podría duplicar en cinco años con la entrega de licencias autorizadas y previniendo la explotación ilegal.

Matías Pascuali, docente investigador del Centro de Derecho Regulatorio y Empresa de la Universidad del Desarrollo, dice que «es difícil cuantificar -su impacto-, ya que al no estar reguladas no existen cifras oficiales, la Superintendencia de Casinos de Juegos el 2021 estimó en operaciones por un monto de aproximadamente US$170 millones, por lo que si lo llevamos sólo a IVA y Primera Categoría estaríamos hablando de uno US$60 millones en recaudación».

Intentos por regular

Para dar respuesta a este boom de las apuestas en línea, a principios de marzo de este año la administración anterior ingresó al Congreso un proyecto de ley que tiene el propósito de regular el funcionamiento de este tipo de plataformas a través de la generación de un mercado competitivo, que incentive la recaudación fiscal y permita transparentar los orígenes y destino de los recursos obtenidos a través de estos sitios.

Respecto del asunto, la Superintendencia de Casinos de Juego -entidad que por ley tiene el rol de supervisar dichos establecimientos y los juegos de azar al interior de estos-, indicó a Emol «de 2018 a la fecha, la Superintendencia ha enviado 32 presentaciones al Ministerio Público relacionadas con plataformas web en las que eventualmente se explotarían comercialmente juegos de azar en línea, de manera ilegal; estableciendo además, una colaboración permanente con este organismo y con la PDI, para el apoyo técnico en la persecución de estos delitos».

Adicionalmente, en mayo del año pasado la SCJ ofició al Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (CONAR) y a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, para informarles sobre «el carácter ilícito de la explotación de juego online en Chile por lo que sería lógico concluir, que cualquier actividad de promoción, publicidad u otra, relacionada con el juego en línea, no debiera ocurrir, aunque no exista una prohibición expresa».

Sin embargo, fue esta semana que el Ejecutivo solicitó a los parlamentarios de la comisión de Economía de la Cámara -instancia que se encuentra evaluando la propuesta- pausar la tramitación de este proyecto de ley, para discutirlo en conjunto con el paquete sobre impuestos correctivos incluido en la reforma tributaria.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, indicó que «el juego es típicamente una actividad en la actual se aplican impuestos correctivos, pero lo que ocurre es que habitualmente esos impuestos están diseñados para funcionar en los juegos de azar en el territorio nacional, y no para el caso de los juegos de azar a través de plataformas digitales».

Entonces, concluyó, «es un tema que lo queremos recoger como parte de la reforma tributaria».

Los riesgos

Desde la industria de casinos miran con preocupación la proliferación de las apuestas online no reguladas. De hecho, desde la Asociación Chilena de Casinos de Juego recalcan que «estas compañías no están constituidas en Chile, lo que significa unos US$$60 millones de impuestos que no se pagan en el país».

«La protección de las personas que realizan apuestas online, donde los casinos formales podrían participar si se les permitiera, exige contar con un marco regulatorio, que hoy no existe y se necesita de forma urgente. Sin ese marco, las apuestas online crean múltiples riesgos, desde el abuso al consumidor hasta servir como instancia de lavado de activos», acotó el gremio.

Por su parte, Carlos Silva, fiscal corporativo de Dreams, declaró «hemos presentado diversas acciones judiciales en contra de operadores de casinos online en Chile, como Coolbet, Betway y Betsson. Estas plataformas están cometiendo un delito; el juego online en Chile es ilegal y, sin embargo, tienen una campaña enorme en diversos medios de comunicación. De no perseguir este ilícito, se está exponiendo a la población a estafas, lavado de activos y captura ilegal de datos personales».

En la misma línea, Iván Navas, académico de Derecho Penal de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián, dijo que «los perjuicios son la afectación al patrimonio que sufren las personas que apuestan en línea, esto es, ser víctima de estafas de distinta índole».

«Junto a los peligros de fraude, los riesgos jurídicos dicen relación con la enorme dificultad de perseguir civil o penalmente a la plataforma y sus responsables, pues el contrato que se firma al aceptar las condiciones suele establecer que las partes se someten a una jurisdicción ajena, en la cual será imposible exigir alguna responsabilidad o indemnización», acotó.

A su juicio, los mecanismos para regular estas plataformas pasan por establecer un sistema de licencias, como es el caso de Holanda. «Esto permite que se respeten los derechos de los consumidores, que se impida la utilización de menores de edad y que al mismo tiempo las marcas de casas de apuestas puedan patrocinar a diversas instituciones como clubes deportivos», dijo Navas.

Pascuali, a su vez, plantea que «las apuestas jurídicamente son contratos aleatorios donde existe una contingencia incierta de ganancia o pérdida, por lo que es muy tentador controlar esta contingencia generando pagos ilícitos a los actores de espectáculos deportivos. Esto, generalmente, se produce a través de mafias que manejan resultados deportivos para obtener ganancias en las apuestas».

En ese sentido, señaló que el ordenamiento debiera ir por regular tanto a quienes apuestan, como a los actores de espectáculos deportivos, el beneficio final de la empresa en caso de que sea chilena, y también a los administradores de pago.

Fuente: Emol.com