No corren buenos tiempos para el negocio del azar y los casinos estadounidenses. Si Las Vegas Sands Group, propiedad de Sheldon Adelson, sigue sufriendo en el mercado chino, la principal unidad de negocio de Caesars Entertainment Group suspenderá pagos el jueves en Chicago.
La compañía planea acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota estadounidense con el objetivo de que el fondo Apollo Global Management, que privatizó las operaciones de Caesars junto a TPG en 2008, pueda salvar una inversión de 1.700 millones de dólares. Tras la suspensión de pagos está previsto que la compañía de casinos y hoteles se convierta en un fondo de inversión inmobiliario.
Sin embargo, estos planes han levantado la ira de algunos acreedores como Appaloosa Management, Tennenbaum Capital Partners y Oaktree Capital, que el pasado martes pidieron a un tribunal de Delaware que no permitiera una suspensión de pagos voluntaria en ningún otro lugar del país. Y es que el pulso con Apollo llega en un momento en que la firma de capital privado ha sacado provecho financiero en Caesars, lo que le ha llevado a posicionarse como uno de sus principales beneficiarios de la operación pese a que muchos acreedores no tienen garantizado recuperar su dinero.
Algunos de estos acreedores llevan tiempo buscando apoyo judicial para deshacer los planes de Apollo. Con o sin acuerdo de reestructuración sobre la mesa, todo indica que la entidad financiera se enfrenta a una guerra con los bonistas de la operadora de casinos.
Cuando Apollo y TPG se hicieron con los casinos y hoteles de Caesars Entertainment, los más simbólicos de la pecaminosa urbe de Las Vegas, no pensaron que Caesars acabaría por tener que someterse a una suspensión de pagos. Sin embargo, la crisis financiera recortó el apetito por el juego y los viajes a la ciudad de Nevada. Apollo y TPG se vieron completamente ahogados por una deuda que ascendía hasta los 22.000 millones de dólares una vez finalizada la adquisición del operador de casinos.
Además, los esfuerzos de Caesars por conseguir licencias de juego en Macao cayeron en saco roto, un mercado que ha permitido a competidores como MGM Resorts, Wynn Resorts y Las Vegas Sands sortear el impacto de la crisis y sanear sus cuentas.
Fuente: eleconomista.es