El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha señalado en varias ocasiones «el crecimiento extraordinario» de las casas de apuestas y salones de juego «en zonas desfavorecidas y de menor renta per cápita».

En rueda de prensa, tras inaugurar en la Diputación de Córdoba las jornadas ‘Jóvenes de azar. Apostando por la salud’, aseguraba que se ubican en zonas de clase trabajadora «aprovechando la situación de vulnerabilidad económica de las familias trabajadoras y, muy particularmente, de las personas más jóvenes». Desde el Consejo Empresarial del Sector del Juego (CeJuego), responden tajantes: «No hay correlación alguna entre los locales de apuestas y los ‘barrios pobres’». Y aseguran: «Hay más casas de apuestas en Chamartín que en Vallecas, o en Chamberí que en Carabanchel».

«La presencia de locales está muy distribuida por toda la geografía. La propia idiosincrasia de este tipo de negocios –tipo de retail de bajo margen– determina que estos locales proliferen en aquellas zonas donde existe mayor densidad de población y, dentro de ellas, en las arterias más comerciales, de mayor tránsito, con amplias aceras, visibilidad y cuyo alquiler pueda ser sostenido con el margen de negocio», explican fuentes del sector, que hacen hincapié en que el juego está «intensamente» regulado en España desde su legalización en 1977.

De esta forma, según un estudio llevado a cabo por el profesor de la Universidad Carlos III José Antonio Gómez Yáñez donde toma como indicador el número de locales de apuestas en Madrid capital y en la Comunidad de Madrid por cada 10.000 habitantes y la renta media por persona, se observa que «no hay correlación, ni en la capital ni en los municipios del resto de la Comunidad».

De esta forma, según el gráfico, hay más salas de apuestas por 10.000 habitantes en Chamberí –cuya renta personal media es de 22.499 euros y una densidad de 1,7 locales por 10.000 habitantes– que en Carabanchel –renta media de 10.872 euros y 1,4 locales por cada 10.000 habitantes–; en Moncloa que en Villaverde, en Chamartín que en Canillejas o Vallecas, o en Retiro y Salamanca que en Hortaleza. En Usera, matiza el informe, «hay más locales de apuestas porque hay varias vías comerciales muy importantes en el Sur: Antonio López, Marcelo Usera o la Avd. de los Poblados, además de una acera de Santa María de la Cabeza».

Además, en distritos con menor población como Barajas (47.836) o Moratalaz (94.261) existen un menor número de locales de apuestas que en distritos con mayor población, como Arganzuela (152.907) o Villaverde (145.523) .

«En realidad, estos datos demuestran que las salas de apuestas se instalan donde hay más potenciales clientes, es decir, en función de la población», aseguran las fuentes consultadas, que hacen hincapié en que «la relación entre salas de apuestas y nivel de renta no existe. Como cualquier otro negocio, nadie busca localizaciones para perjudicar a sus clientes», señalan, y recuerdan el «generador importante» de empleo que es el sector. En 2019, el juego privado aportó a las arcas públicas 1.341 millones de euros. En España hay 3.752 salones de juegos, 481 de apuestas y 55 casinos y 319 bingos.

La nueva regulación del juego en Madrid

La competencia sobre el juego privado recae en las CCAA. Cada una contempla en sus regulaciones distintas medidas de planificación. La Comunidad de Madrid ha sido la últimas en aprobar una nueva normativa que incluye medidas concretas para contener la proliferación de esta actividad.

De esta forma, el Ejecutivo autonómico fija una distancia mínima de 300 metros entre este tipo de negocios para tener acceso a nuevas autorizaciones, las cuales no podrán incrementarse en más de un 1% respecto a las ya existentes a fecha 31 de diciembre del año anterior –en torno a 700-. Además, no se podrá conceder más de una por localidad, salvo en la ciudad de Madrid, donde podrán ser dos como máximo.

Otra de las novedades respecto a la anterior regulación es que se prohíbe en estos establecimientos a sus titulares dar a sus clientes, créditos, préstamos, dinero en efectivo o cualquier otra modalidad de asistencia financiera.

En este sentido, fuentes del sector agregan estar a favor de las medidas regulatorias de planificación «ya que creemos que es la mejor garantía de un desarrollo controlado y sostenible del sector del juego», sin embargo, destacan que la regulación del juego privado no afecta al público (Loterías) ni a la ONCE, cuando, en esencia, «son lo mismo».

Fuente: theobjective.com