Buscar tesoros entre pequeñas y medianas empresas tiene sus riesgos. Si bien este tipo de valores suele dar muchas alegrías también pueden dar lugar a serios disgustos si no se examinan bien sus fundamentales.

Entre los valores que los operadores aconsejan mantenerse alejados de momentos sitúan a Codere, cuya viabilidad se ve cuestionada incluso por sus propios auditores. Toda una apuesta a cara o cruz.

En los últimos tiempos, la empresa de juegos ha realizado importantes esfuerzos de refinanciación que han puesto en manos de sus acreedores la mayoría del capital, pese a que la familia fundadora, Martínez Sampedro, ha mantenido el control. Sin embargo, las dudas en torno a la compañía siguen siendo elevadas a la espera de ver la acogida del mercado de sus esfuerzos por reestructurar su deuda. El grupo ha lanzado a través de su filial luxemburguesa una emisión de bonos seniors garantizados en euros y en dólares por un importe de 775 millones de euros con vencimiento en 2021 y a un precio que estará sujeto a las condiciones del mercado. El dinero obtenido será destinado a refinanciar emisiones existentes de bonos por un importe de 865 millones de euros.

La agencia de medición de riesgos Moody´s que recientemente ha elevado la calificación de la empresa de juegos de Caa3 a B2 con perspectiva estable, ha fijado provisionalmente el rating de esta emisión en B2. Por su parte, Standard and Poor´s ha asignado un rating de B a la emisión, mientras que su calificación corporativa es de B con perspectiva estable.

La ac­ción pa­rece estar res­pon­diendo bien en estos días al nuevo es­ce­nario y ahora se en­frenta a la re­sis­tencia en torno a los 55 cén­timos de euro una vez re­cu­pe­rada del cas­tigo que le llevó a tocar suelo en 0,35 euros a prin­ci­pios de agosto. Los ex­per­tos, con todo, acon­sejan pru­dencia porque el nivel de ac­ti­vidad se ha re­du­cido a esos ni­veles y es una apuesta a cara o cruz.

Fuente: capitalmadrid.com