Codere comunicó al mercado este viernes el impago de los intereses que debía abonar el 30 de septiembre, derivados de su emisión de bonos super sénior de 353 millones. Algo que, como anunció la empresa a mediados de septiembre, estaba previsto en el acuerdo de refinanciación y reestructuración que el grupo está llevando a cabo, y que prevé finalizar antes del 5 de noviembre.
Esta reestructuración dará a sus principales acreedores, los bonistas, el 95% del capital de una nueva sociedad holding que controlará el grupo y que estará radicada en Luxemburgo. El acuerdo firmado con estos establece que el cupón de los bonos que debía haber abonado en septiembre se pagará a estos bonistas después del 5 de noviembre. Estos inversores ya renunciaron a ejecutar el derecho de terminación al que podían acogerse en caso de impago de los intereses.
Una vez finalice el proceso, los bonistas tomarán ese 95% de la nueva holding, mientras que la actual cabecera del grupo, Codere S.A., donde están los actuales accionistas, será liquidada. Estos podrán liquidar sus títulos a un precio que tendrá que determinarse, o mantenerse en el 5% restante del capital de la holding luxemburguesa que no estará controlado por los bonistas. En su última comunicación, Codere confirmó que desechaba la idea de ofrecer warrants como alternativa a los accionistas, algo que sí manejó en un principio.
Después de completar el proceso el 5 de noviembre, el consejo de la compañía deberá convocar la junta de accionistas y estos deberán dar el sí a la disolución y la apertura de la liquidación.
Fuente: elpais.com