Codere tiene todo listo para concluir este viernes el proceso de reestructuración que arrancó en abril y que conllevará, más adelante, la liquidación de la actual empresa cotizada en la Bolsa española.
La compañía de juego comenzará a prestar sus actividades a través de una sociedad de Luxembugo, de la que los actuales accionistas controlarán solo un 5%. Este jueves ha informado de que ya tiene lista la emisión de 129 millones en bonos que servirán para dar oxígeno a la compañía de manera inmediata. Estos han sido suscritos por parte de los antiguos dueños de la antigua deuda, transformada ya en capital.
El punto clave del proceso se produjo el pasado 20 de octubre, cuando, de forma mayoritaria, propietarios de deuda cotizada de Codere con un valor nominal de unos 1.150 millones de euros dieron la luz verde a su conversión en acciones. El segundo paso era la emisión de deuda nueva con la que la empresa logrará liquidez para operar.Y este ya está resuelto.
La valoración del porcentaje que se quedarán los inversores de Codere SA corresponderá a la firma liquidadora que designe Codere, después de analizar el balance de la sociedad y fijar un plan de liquidación. No se beneficiarán, por lo tanto, de los eventuales planes de salida a Bolsa de los futuros dueños (los actuales bonistas), que han fijado una hoja de ruta que contempla la vuelta al mercado de la nueva sociedad antes de 2023, como publicó CincoDías.
La compañía cotiza a 0,34 euros por acción con una capitalización de unos 40 millones de euros. Este precio correspondería a una tasación del 100% de unos 800 millones de euros, cuando la compañía cerró 2019, antes de que estallara la crisis del Covid, con una valoración de alrededor de 300 millones. «La CNMV recomienda a los inversores consultar la información oficial publicada por la compañía antes de formarse un juicio y de operar en el valor», señaló a CincoDías el supervisor.
Codere espera acelerar la recuperación de su negocio en la recta final de este año. La compañía de juego, que atraviesa una delicada situación financiera, prevé igualar o incluso superar en el cuarto trimestre el 80% de los ingresos que generaba antes de la pandemia en ese mismo periodo, después de alcanzar en el tercer trimestre el mayor grado de recuperación desde que empezó la crisis sanitaria.
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