El grupo Comar comunicó el jueves a los diez empleados de su sala de bingo de la avenida de Rubine el cierre definitivo del establecimiento en los próximos días, después de que permaneciera sin actividad desde marzo de 2020, en coincidencia con el inicio de la pandemia.

La empresa aplicará un expediente de regulación de empleo para la extinción de los contratos de los empleados, que hasta ahora se hallaban en una regulación temporal.

En respuesta a este periódico, Comar explicó que tras autorizarse, llevó a cabo la reapertura de algunas salas de bingo, aunque “con muchísimas restricciones de horarios”, lo que causó “una progresiva incidencia a la baja de visitas de clientes”, que sitúa “hasta en un 55%” por debajo de las anteriores a la pandemia. El grupo señala que “tras haber agotado todas las posibles alternativas de recuperación y puesta en marcha de esta histórica sala”, se ve “obligado” a su cierre definitivo.

La plantilla del bingo de Rubine se caracteriza por su avanzada edad, ya que algunos trabajadores alcanzan los 37 años de antigüedad en la empresa. La CIG manifestó su rechazo al cierre por la obtención por Comar de “beneficios millonarios” incluso en la pandemia y calificó la medida de “antojo” , motivado además por la “nefasta gestión” de la compañía.

La sala se encuentra al inicio de la calle y junto a un local de apuestas también de Comar, tras haber estado ubicada en el número 11 de Rubine hasta 2015. El grupo posee en la ciudad otros dos bingos de mayor tamaño, situados en Cuatro Caminos y en el número 253 de la ronda de Outeiro.

Fuente: laopinioncoruna.es