Alice Tubello

Alice Tubello denunció, en su cuenta de Facebook, presiones por parte de los apostadores

Las organizaciones y mafias vinculadas al arreglo de partidos en el tenis y las apuestas son una suerte de pulpo gigante con tentáculos que alcanzan cada rincón donde se juegue un torneo. Marco Trungelliti, que el último domingo en La Nación confesó cómo denunció ante la Unidad de Integridad del Tenis (TIU) un intento de soborno en 2015 que luego derivó en castigos a tres compañeros argentinos, también hizo hincapié en la desprotección que padecen en los certámenes de menor categoría. «En los Futures, los arreglos y las apuestas son como barra libre», sentenció.

En las últimas horas, una tenista francesa describió lo mal que se sintió hace pocos días al recibir amenazas e insultos por parte de los apostadores en un torneo ITF W15 disputado en el club donde funciona la academia de Guillermo Vilas, la Vilas Tennis Academy, en Palmanova, Mallorca.

«¡Más de 15 apostadores que siguen escrupulosamente tu partido y luego te insultan! Verdaderamente, te rompe las pelotas!», escribió en su cuenta de Facebook, Alice Tubello (18 años, 595° del ranking de la WTA). La tenista acompañó ese texto de desahogo con varias fotografías en las que se observan a distintos hombres fuera del club donde se jugaba el torneo, sobre una loma, atentos a lo que sucede dentro de los courts, con teléfonos celulares en sus manos y haciendo apuestas en vivo.

Ocurre que estos personajes denominados «court-siders» recorren los canchas y se ven beneficiados por el delay o la demora de unos diez segundos entre lo que sucede en vivo y lo que se emite por Internet, tanto en imágenes (Live Streaming) como en resultados (Live Score). Esos diez segundos pueden parecer ínfimos, pero son más que suficientes en el procedimiento de la apuesta. Claro, cuando pierden no dudan en insultar o amedrentar a los jugadores.

«Lo vemos en casi todos los torneos. Se mezclan con la gente, pero se les puede reconocer fácilmente porque siempre tienen el mismo perfil. Son jóvenes, menores de 30 años, a menudo con chándal y llevando sus teléfonos en la mano o con las manos en los bolsillos y mirando de izquierda y derecha, sintiéndose incómodos», aseveró Tubello en el sitio web francés Sports-Auvergne.

«En este torneo, el de España, era perfecto para ellos ya que no necesitaban ingresar en el club. El torneo se situaba debajo de un estacionamiento, situado a 3-4 metros de altura con vista a todas las canchas. Fui a quejarme al árbitro de que no dejaban de insultarme pero no podían hacer nada porque no estaban dentro del recinto«, se lamentó, indignada, la jugadora francesa. Los árbitros están advertidos sobre estas situaciones desagradables y tienen sugerencias del ente arbitral, pero muchas veces están solos en los clubes y también se siente intimidados. Lo mismo que ocurrió en Palmanova sucede en muchos otros lugares.

Tubello aportó que en sus redes sociales no dejan de ofenderla y molestarla: «Me recuerdan momentos de mi partido y me preguntan que cómo perdí si iba por delante en el marcador. Me insultan en muchos idiomas y siempre acaban diciéndome cosas como: ‘¡Quiero mi dinero de vuelta!’ o ‘Cómo te vea por la calle…’. Me han llegado a decir: ‘Deseo que te mueras de cáncer y que tu madre tenga un accidente de tráfico y se rompa las piernas’. Es muy pesado ir a mi teléfono después de cada partido y encontrarme con decenas de insultos y me lleva diez minutos borrarlos y bloquear a todos».

Fuente: es.sports.yahoo.com