Llegó hace 10 años a un sector aún por regular y en este tiempo se ha hecho con una parte mollar de él. La receta del éxito de Sportium se basa en un ‘marketing agresivo’ y un nutrido abanico de acuerdos de colaboración con las principales competiciones deportivas de nuestro país.

Las cifras hablan por sí solas: tiene 260 empleados, genera un volumen de negocio de 500 millones de euros anuales y se está afianzando también en Latinoamérica. Y todo ello comandado desde sus oficinas centrales de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona. Así han sido los 10 años de historia de Sportium.

2007, el comienzo de todo

A mediados de la década de los 2000, la industria de las apuestas deportivas ‘online’ y ‘offline’ ya generaba importantes volúmenes de negocio en nuestro país, pero era un sector sin regular, con lo que todo el dinero se movía fuera de control y de espaldas a la aportación fiscal vigente.

A partir de 2007 todo empezó a cambiar: la Comunidad de Madrid aprobó la primera regulación, provocando un efecto dominó en el resto de comunidades autónomas. Era el momento de que aflorasen las empresas, tanto las que ya apostaban por este mercado y querían estar reguladas como las que darían sus primeros pasos.

Aquella primera regulación dio lugar a un matrimonio empresarial entre la española Cirsa y la británica Ladbrokes, una ‘joint venture’ para dar a luz Sportium, su mayor apuesta en el terreno de las apuestas deportivas en nuestro país. Con el tiempo, la perspectiva legal de este tipo de actividades siguió siendo favorable: la regulación definitiva llegó en 2012, cuando las apuestas ‘online’ o telemáticas fueron sometidas a un marco legal definitivo en toda España.

De hecho, la amplitud de miras respecto a estos negocios también se amplió al sector ‘online’: en 2013, Sportium extendió su negocio al mundo web, hasta convertirse con el paso del tiempo en el mayor escaparate de la compañía en todo el mundo.

Primera década

A la luz de los datos de los primeros diez años, el matrimonio entre Cirsa y Ladbrokes afronta ahora cómo afianzar su desarrollo en Latinoamérica, a donde quiere extender los más de 60.000 mercados semanales para apostar gracias a un repertorio de más de 100 tipos de apuestas deportivas.

El primer paso de esta nueva etapa internacional llegó en 2015. Ese año Sportium inició su desembarco al otro lado del océano por los mercados de México y Panamá. Y antes de consolidar el siguiente movimiento, Cirsa y Ladbrokes pretenden consolidar su posición de liderazgo en España.

‘Marketing’ agresivo y patrocinios

Antonio Hostench Feu, presidente de Sportium, resume en tres puntos el secreto de la compañía de apuestas deportivas: “tecnología propia, un ‘marketing’ muy agresivo y una gran determinación inversora de los socios”. Y a partir de ese punto, una combinación equilibrada de mercado ‘online’ y ‘offline’.

Sobre esa base, el director general, Albert Eljarrat, añade algunos aspectos complementarios, como “la presencia en más de 2.000 puntos de venta en todo el territorio nacional (excepto Andalucía y Baleares, donde todavía no hay regulación que desarrolle este tipo de apuestas) y un producto final diseñado y ejecutado por equipos propios”.

Además de las llamativas campañas publicitarias (el exseleccionador Jose Antonio Camacho fue su imagen), buena parte de la estrategia comercial de Sportium se sustenta en «grandes patrocinios, como los firmados con LaLiga Santander de Fútbol Profesional (compitiendo con otros muchos candidatos) y con ACB”.

Con todos estos resortes, la ‘joint venture’ de Cirsa y Ladbrokes pretender consolidar su crecimiento al mismo ritmo que avanza el mercado de las apuestas deportivas, que sólo en nuestro país movió más de 5.000 millones de euros en 2016. El juego, como la energía, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Fuente: elconfidencial.com