Las propuestas de legalizar las apuestas en Brasil han generado un fuerte debate en el seno del gobierno en tanto grupos de presión del sector del juego, iglesias y políticos en busca de ingresos se enfrentan por un negocio de miles de millones de dólares.


Más de la tercera parte de los 513 legisladores de la cámara baja firmaron esta semana una petición para bloquear un proyecto de ley que allanaría el camino a casinos, bingos y apuestas online. Tomaron esa medida después que una comisión del Senado aprobara el miércoles una propuesta para liberalizar la estricta legislación sobre apuestas del país.

Lo que está en juego es una recaudación impositiva anual que, según quienes impulsan el proyecto, podría llegar a los 59,000 millones de reales (17,300 millones de dólares) y contribuir a reducir un déficit presupuestario de cerca del 10% del producto interno bruto. Los intentos de flexibilizar las restricciones a las apuestas, que el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, dice que apoya, siguen a pasos para abrir la industria petrolera a la inversión extranjera y a los planes de hacerlo también en la propiedad de tierras y en la aviación. Los legisladores que se oponen advierten sobre el impacto social de las apuestas.

«Me preocupan la adicción que genera el juego y el riesgo de que destruya familias», dijo Roberto de Lucena, un legislador y pastor evangélico de Sao Paulo. «El lucro es privado pero el costo es social».

Brasil también podría beneficiarse de visitantes a centros turísticos como Río de Janeiro o a la capital financiera, Sao Paulo.

Los promotores del proyecto afirman que las apuestas ya están muy extendidas, puesto que en la mayor parte de las grandes ciudades hay innumerables locales de apuestas clandestinas en la trastienda de panaderías y peluquerías. Legalizarlas permitiría que Brasil percibiera ingresos de una cantidad estimada de 350.000 turistas que todos los años viajan a países como Uruguay, los Estados Unidos y Argentina para apostar, dijo Magno José, que dirige el Instituto Brasileño de Apuestas Legales, un grupo de lobby del sector. Brasil también podría beneficiarse de visitantes a centros turísticos como Río de Janeiro o a la capital financiera, Sao Paulo.

«Es un proyecto que beneficiaría a toda la sociedad», dijo en una entrevista Ciro Nogueira, el autor del proyecto de ley del Senado. «En realidad no hay otra opción porque las apuestas ya existen en todo el país. Lo que hacemos es tratar de evitar la corrupción y la delincuencia»

Debido a la controversia que han generado las propuestas, el gobierno brasileño no ha tomado una posición formal.

El Gobierno no ha estudiado las propuestas legislativas y no tiene una posición al respecto, comentó Mansueto Almeida, secretario de monitoreo económico del Ministerio de Hacienda. En la actualidad, las únicas excepciones a la prohibición nacional de apostar son las carreras de caballos y el poker, que se considera basados en habilidades y no juegos de azar, además de las loterías que organiza el Gobierno nacional. El banco de desarrollo estatal analiza

Fuente: economiahoy.mx