En medio del escándalo por los $ 8.000 millones que no pagó a la AFIP con el aval kirchnerista y el divorcio empresarial con Fabián de Sousa, Cristóbal López, analiza reducir aún más su unidad de negocios.
Hoy comienza la separación oficial de los negocios con De Sousa. Pero López pretende reducir más sus negocios priorizando los más rentables: la construcción y la empresa de transporte. Hasta analiza desprenderse de su caja más importante y que más se expandió durante le era K: Casino Club.
Son días turbulentos para el empresario K que logró amasar una gran fortuna durante los últimos doce años: en 2003 tenía sólo nueve empresas, a la fecha sumó más de 50. Pese al gran crecimiento de sus negocios, la revelación de La Nación sobre los $ 8.000 millones que no pagó a la AFIP sobre todo vinculado la firma petrolera Oil M&S, sacude su imperio.
En este escenario, López analiza avanzar aún más, en la reducción de su unidad de negocios. De Sousa se quedará con las compañías más cuestionadas: la petrolera Oil (involucrada en el fraude fiscal ante la AFIP) y los medios de comunicación donde Indalo Media invirtió 250 millones de dólares, con una facturación anual de $ 2.000 millones. Esto incluye El Patagónico. el diario que el empresario K compró en su propia tierra, en Chubut, noticia en las últimas semanas por la falta de pago a sus trabajadores.
El resto de las empresas que conservarán el nombre de Indalo, quedarán en manos de Cristóbal López. Varias de las mismas mantuvieron fuertes vínculos comerciales con Osvaldo Sanfelice. En el transcurso de un año y medio el socio de Máximo Kirchner recibió de del empresario K $ 3.272.155 por alquileres, comisiones e intermediaciones inmobiliarias. Esto involucró varias empresas: Ganadera Santa Elena, Paqariy, Los Notros, Alcalis de la Patagonia, CPC SA, y Oil M&S.
Con Cristina Kirchner también mantuvo negocios. El hotel Alto Calafate propiedad de la ex Presidenta, facturó a Casinos Club SA $ 138.412 en concepto de anticipo, en septiembre de 2013.
Sin contar con el paraguas del gobierno kirchnerista, López analiza seguir desprendiéndose de empresas para quedarse en el mediano plazo con los negocios más rentables y menos controvertidos: la constructora CPC (con la que factura más de $ 300 millones) y la firma Clear, que con más de 2.000 camiones, se dedica al transporte petrolero. El desarrollo inmobiliario, donde colocó 240 millones de dólares para vender torres y construir shoppings, es otro negocio que busca retener, al igual que el rubro hotelero, donde desembolsó 1.000 millones de dólares.
Lo más llamativo será si avanza la idea de su desvinculación con Casino Club. Según supo Clarín, hace tiempo López ya había realizado un primer intento de salir de la firma de la que es propietario en un 30% de las acciones, junto a Ricardo Benedicto. La respuesta de los demás socios fue que si él dejaba la sociedad, todos venderían su parte.
Es sin lugar a dudas, el negocio más rentable y que más se expandió durante los doce años de kirchnerismo: quintuplicó los tragamonedas, pasando de 2.934 a 15.758 máquinas en todo el país. Esto le permite una facturación por encima de los $ 5.000 millones y parte de esto se logró con la extensión de la explotación de la sala de juego del Hipódromo de Palermo que Néstor Kirchner les otorgó hasta 2032.
En medio de esta discusión, la firma está próxima a reabrir su casino en Miami donde debieron pagar cerca de 400.000 pesos por el atraso en el pago de impuestos, algo que, justificaron señalando que respondía a “una falla del software, nada más”, corriéndose de las denuncias por evasión fiscal.
Fuente: clarin.com