El cruento espectáculo de las peleas de gallos hasta morir, apuestas de por medio, no es cosa del pasado ni de sórdidos tugurios de México. Están al lado nuestro y se celebran todas las semanas. Si no hay más visibilidad de estos combates sanguinarios es porque los implicados se mueven en la clandestinidad –eso sí, con mucha conexión entre ellos– y en naves y casas destartaladas y apartadas.
La Guardia Civil acaba de desmantelar una red, que organizaba peleas de gallo con apuestas ilegales. El resultado son once investigados, tras ser sorprendidos en plena pela de gallos, uno de cuyos corros se encontraba en Valladolid, mientras cinco mujeres huyeron en un coche con ocho gallos.
Ocurrió en Tordesillas hace dos años, volvió a evidenciarse el pasado año en un criadero hallado en una finca semi abandonada del polígono de San Cristóbal de Valladolid y ahora, según ha podido saber este diario, la carnicería con seres vivos tenía su cita en una finca apartada de Corcos del Valle (Valladolid), a unos 28 kilómetros de la capital.
Fuente: diariodecastillayleon.elmundo.es