«Estimados todos, tras desempeñar el puesto desde finales de diciembre de 2016 y cerca de siete años en la organización, hoy 5 de mayo termina mi período como Director General de Ordenación del Juego del Gobierno de España. Concluimos este ciclo desde el propio convencimiento de que ello resulta pertinente, coherente y, en última instancia, positivo para todos.
En este momento natural en el devenir de cualquier organización como es la periódica salida de sus responsables quisiera tener con vosotros, con vuestros colaboradores y con vuestros lectores unas palabras de agradecimiento.
Me siento un privilegiado por haber tenido la oportunidad de conocer un ecosistema serio y profesionalizado, motor de empleo, rico en tecnología y, sobre todo, en capital humano. La cualificación de sus trabajadores, la visión de sus empresarios, el liderazgo de sus directivos y la vertebración de sus asociaciones conforman una Industria con mayúsculas, en todas sus dimensiones. A todos ellos quiero agradecer, en nombre de la casa, el interés y el respeto que siempre han mostrado hacia nuestra actividad. El mismo respeto y reconocimiento que yo hoy les traslado como legítimos e indiscutibles protagonistas de la industria del ocio y el entretenimiento, en nuestro país y en tantos otros.
Quiero también agradecer al resto de actores necesarios en los que nuestra labor siempre ha encontrado complicidad: Administración General del Estado y Comunidades Autónomas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el mundo del Deporte, el de la corregulación publicitaria… y trasladar mi reconocimiento especial al trabajo desinteresado, silencioso y fundamental de las asociaciones de jugadores en rehabilitación, cuya consolidación como agentes dinamizadores de cambios es hoy indudable.
Nuestra tarea, que no es otra que la prosecución del interés público en todas las complejas dimensiones de la actividad de juegos de azar y apuesta tal como marca la Ley, ha supuesto un desafío constante en el contexto político y social de estos últimos años. Siempre la hemos abordado desde la honestidad y la humildad. Habrá habido errores, resultados manifiestamente mejorables y, bien lo sabemos, cosas que siguen quedando por rematar. Todo ello lo asumo, pero asimismo opino que hemos logrado, como mínimo, mantener los niveles de servicio a la sociedad, objetividad, rigor y profesionalidad que en su día heredamos; y ello, bajo tres Ministerios de distinto signo y en circunstancias muy exigentes.
Me marcho reforzado en la convicción de que un sector del juego socialmente integrado y sostenible es indicador y, de hecho, reflejo de una sociedad madura en su globalidad, cuyos individuos ejercen sus libertades responsablemente. También lo hago con la seguridad de que, tal como los datos ponen de manifiesto y facilita la evolución tecnológica, es posible limitar y abordar eficazmente las consecuencias cuando por desgracia no fuese ese el caso. Apuntalar dicha sostenibilidad social, sin minusvalorar los retos que ello comporta, seguirá siendo clave principal de perdurabilidad, más allá de la respuesta inmediata a la hora tan grave que enfrenta nuestra economía.
En esa labor le deseo a Mikel, nuestro nuevo Director General, la mejor de las suertes. Tengo el convencimiento de que sabrá dar satisfacción a las necesidades actuales y de que, con la misma ayuda que yo he tenido, esta institución será aún más útil a la sociedad bajo su liderazgo.
Quiero agradecer a los Ministros de Hacienda Cristóbal Montoro y María Jesús Montero la confianza que depositaron en mí en su momento; y al Ministro de Consumo, Alberto Garzón, su apoyo durante estos meses, en los que esperamos haber contribuido a la formación del Ministerio facilitado la integración de la DGOJ en él.
Y, por supuesto, a todos mis compañeros de la DGOJ, hasta el último de ellos: gracias por vuestro compromiso e implicación. Mi gratitud para con los que estuvieron, con los que están y con los que permanecerán es infinita.
Cecilia, Guillermo, José Antonio, Susana: GRACIAS.
Haber sido parte de todo esto, de todos vosotros, será siempre motivo de orgullo. Mucha suerte a todos y hasta siempre.»
Juan Espinosa
