Una juez de Almería ha condenado a tres años y medio de prisión a un joven acusado de destrozar y robar el cajetín de una máquina tragaperras de un bar de El Ejido (Almería) con la que había estado jugando a lo largo de la mañana y en la que, según manifestó ante la policía, había perdido todo su dinero.

La sentencia, consultada por Europa Press y sobre la que cabe recurso de apelación, impone al acusado también una multa para el pago de seis euros diarios durante dos meses por un delito leve de lesiones por haber estampado contra una pared a la camarera del establecimiento, que se acercó al acusado para intentar que depusiera su actitud.

Los hechos tuvieron lugar hace cuatro años, cuando sobre las 15,00 horas el acusado, que por entonces tenía 19 años de edad, acudió al establecimiento en el que violentó la máquina tragaperras «dándole patadas» para «llevarse el dinero que había dentro», de modo que tras zafarse de la camarera, abandonó el lugar con el cajetín del dinero de la máquina en su poder.

Si bien el acusado se negó a declarar durante todo el procedimiento, la juez tuvo en cuenta la declaración de los testigos y de la perjudicada, quien afirmó que el acusado llegó por la mañana al bar, echó dinero en la máquina y «perdió», de modo que tras irse «cabreado» volvió al mediodía para echar de nuevo «bastante dinero» en la máquina, ante la que volvió a perder.

Fue así cuando, en un momento dado en el que se iba a ir, «se dio la vuelta y empezó a golpear» la máquina hasta que «la enganchó de la parte de arriba y la tiró al suelo», según la versión ofrecida, que fue corroborada por un cliente, el cual además pudo aportar materia gráfico y audiovisual de los hechos.

La camarera, que acudió a un establecimiento próximo a pedir ayuda y llamó al servicio de emergencias, también trató de evitar que el acusado se fuera con la recaudación, momento en el que sufrió «un empujón». Tanto ella como el testigo coincidieron en que el joven no mostraba indicios de actuar bajo los efectos de estupefacientes, toda vez que este último aseguró que el acusado solo «decía agobiado ‘mi dinero, mi dinero'» en el momento de destruir la máquina.

En el juicio también declaró el policía local que practicó la detención del sospechoso tras encontrarlo en un invernadero cercano desde el que emprendió la huida al sentirse identificado. Según el agente, el joven no ofreció resistencia y se reconoció como autor del robo en el que, según les manifestó, «había perdido jugando 1.000 euros».

Según detalló en sala, en el cacheo, antes de introducirlo en el vehículo policial, el acusado «se metió las manos dentro del pantalón y sacó el dinero de la máquina que había escondido en su ropa interior».

Además de la pena privativa de libertad y de la multa, el acusado deberá abonar 210 euros a la camarera por las lesiones sufridas y otros 750 euros al propietario de la máquina por los desperfectos causados en la misma. La juez pospone a la fase de ejecución de sentencia, una vez sea firme, la decisión sobre la sustitución de la pena de cárcel del acusado por su expulsión del territorio nacional.

Fuente: ondacero.es