Apple no tiene un negocio de publicidad comparable a los de Google o Meta, en la práctica las dos mayores agencias publicitarias del mundo… pero sí gana un dinero por los anuncios que muestra la App Store cuando buscamos una aplicación y alguien ha comprado su palabra clave.
Por ejemplo, cuando buscamos «mail» o «música», pero también si buscamos nombres de aplicaciones concretas como «Tweetbot», que muestra sus competidores).
Desde hace unos días también muestra aplicaciones anunciadas directamente en las fichas de otras aplicaciones, tal y como anunció a los desarrolladores. Al final de esas fichas hay una lista de otras aplicaciones de ese mismo desarrollador, y otra con aplicaciones similares. Presidiendo esa segunda lista aparecen los anuncios. Muchos de ellos, promocionando aplicaciones de juegos de azar, casas de apuestas y similares.
Muchos casinos
Algunos ejemplos recopilados a raíz de la queja de Marco Arment, veterano desarrollador cuyo éxito más reconocible es Overcast, aplicación para reproducir podcasts que tiene una casa de apuestas en su recomendación publicitaria. Las empresas de la industria de los juegos de azar son las que más pueden invertir en estos anuncios porque sus clientes son de los que más dinero se dejan.
Casos singulares como una aplicación para apostar en carreras de caballo haciendo acto de presencia en la ficha de una aplicación educativa infantil.
O quizás el más llamativo: una aplicación que ayuda a rehabilitarse de la ludopatía viene con la recomendación publicitaria de una aplicación de casino virtual.
Apple no es una empresa con una necesidad acuciante de ganar dinero y facturar de cualquier forma. Es legítimo que quiera seguir creciendo como cualquier empresa, sobre todo como cualquier empresa cotizada con una junta de accionistas detrás. Pero habiendo logrado 100.000 millones de dólares en beneficios durante 2021 no parece tener que recurrir a las mismas prácticas a las que podría tener que recurrir una empresa con el agua al cuello. En España todavía no son visibles estos anuncios, aunque sí en otros mercados como Estados Unidos, Países Bajos o Australia.
En realidad esto tiene más aspecto de ser fruto de la voluntad de reforzar la división Servicios monetizando (más) la App Store sin haberse preocupado por quién paga más para aparecer en las recomendaciones publicitarias.
Sería bueno que al menos Apple fijase límites para determinar qué anuncios pueden salir y cuáles no, y en qué lugares y en cuáles no, de cara a evitar situaciones particularmente sensibles, limitando aplicaciones de cierta franja de edad a sus mismas franjas de edad, por ejemplo. De momento no parece que existan límites como estos.
Por eso se cuelan casinos y casas de apuestas en aplicaciones que no tienen nada que ver, como podcatchers, e incluso en lugares donde debería haber líneas rojas, como aplicaciones educativas infantiles o para rehabilitarse de la ludopatía.
Mark Gurman pronosticó hace un par de meses que Apple expandirá su negocio publicitario a más servicios, como Apple Maps, así que podemos esperar que esto llegue a más lugares de nuestro iPhone. Por ejemplo, promocionando ciertos tipos de establecimientos cuando se hace una búsqueda.
El ejemplo natural es pensar que si buscamos «restaurante» nos mostrará uno cercano que ha querido pagar por aparecer en esa búsqueda. Pero visto el ejemplo de la App Store, uno se pregunta si no aparecerá algo menos afortunado, llegando al extremo (que ya ha ocurrido en la App Store) de ver promocionado un casino cuando estamos buscando un centro de rehabilitación de la ludopatía. No debería ocurrir, pero tenemos un precedente muy similar en la tienda de aplicaciones.