El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte declara la guerra a las drogas y al juego online.

Hasta hace poco, la masiva expansión física del juego en Filipinas ha sido el tema más discutido de la industria del juego del país. Ahora, debido a la reciente elección de presidente en Filipinas, el enfoque en la Ciudad del Entretenimiento, los dos casinos y complejos turísticos integrados con sede en Manila que ya han abierto sus puertas como parte del complejo de varios miles de millones de dólares y los otros dos complejos que se lanzaran para finales de esta década, han pasado a segundo plano y dado lugar a otro importante tema de discusión.
El presidente de Filipinas Rodrigo Duterte, que asumió su cargo a principios de este año y desde el mismo comienzo de su mandato declaró la guerra a los que consideró los mayores problemas de la sociedad, empezó por el tráfico de drogas. Y acto seguido continuó con el juego online, que se ha convertido en otro de los blancos del presidente del país en un intento por limitar las actividades adictivas de sus ciudadanos, aunque su represión contra el iGaming no es comparable con la aterradora caza de malhechores relacionados con las drogas.
El juego en general, no solo online, de hecho puede ser una actividad adictiva y peligrosa, si no es regulado de la manera adecuada. Sin embargo, es un hecho indiscutible que el iGaming podría ser una industria floreciente que, entre otras cosas, puede reportar importantes y muy necesarios ingresos fiscales a los gobiernos, sobre todo teniendo en cuenta que vivimos en una era digital..

PhilWeb Corporation se convirtió en la mayor víctima del presidente Duterte por alterar la forma de prestar los servicios relacionados con el juego dentro del país.

El comienzo de la represión contra el iGaming empezó con el anuncio de que los operadores que gestionan los cafés especiales en los que se proporcionan opciones para juego online a los ciudadanos de Filipinas aparentemente no renuevan sus licencias una vez que estas finalizan. PhilWeb Corporation se convirtió en la mayor víctima del presidente Duterte por alterar la forma de prestar los servicios relacionados con el juego dentro del país.
La compañía gestionaba desde hace años cientos de casinos y bingos online en todo el país. En julio, el regulador del juego de Filipinas, PACGOR, informó que les daba un mes para prepararse para la suspensión de sus operaciones de juego online. Ese plazo expiró a principios de agosto y se constató que la licencia no se renovaría, debido a los esfuerzos del presidente del país por detener la proliferación de este tipo de productos.

 Mr. Ongpin incluso renunció a su cargo en el operador de juego, esperando que esta acción pudiera ayudar a que finalmente se renovara su licencia.

El principal representante de Filipinas, incluso criticó abiertamente al antiguo presidente de PhilWeb Roberto Ongpin, diciéndo que debería ser eliminado por beneficiarse al ofrecer alternativas de juego a los ciudadanos más pobres del país. El presidente Duterte incluso llamó oligarca al magnate de los negocios. Mr. Ongpin incluso renunció a su cargo en el operador de juego, esperando que esta acción pudiera ayudar a que finalmente se renovara su licencia.
Como era de esperar, PAGCOR ha formado parte de los últimos acontecimientos de la industria del juego del país. El regulador/operador dijo que la suspensión de las operaciones del juego online ocasionaría unas pérdidas de PHP10,000 millones ($215 millones) en ingresos anuales, una cantidad a tener en cuenta.
Sin embargo, la recién nombrada directora ejecutiva de PAGCOR y presidenta Andrea Domingo comentó a los medios que dicha suspensión no se podría haber evitado ya que el regulador del país está obligado a actuar de acuerdo a la voluntad del presidente.
PAGCOR  informó que en agosto emitirá las licencias a los operadores con sede en Filipinas (o tienen sus servidores allí), aunque ofrezcan sus servicios en el extranjero. Estas empresas tendrán que abonar una cantidad extra por la licencia para obtener permiso para operar en Filipinas. El regulador del juego del país expresó la esperanza de que este movimiento compense las pérdidas ocasionadas por la represión del presidente Duterte contra el juego online. La Sra Domingo explicó que los reguladores primero emitirán licencias por seis meses para determinar si dicha política podría funcionar bien para el país. También señaló que PAGCOR cobrará un alto precio a las empresas interesadas.

Aunque el presidente de Filipinas, inicialmente parecía ser firme en su determinación de detener la oferta del iGaming en un intento, según él, de proteger a los más pobres y vulnerables, su posición parece irse ablandado poco a poco

Aunque el presidente de Filipinas, inicialmente parecía ser firme en su determinación de detener la oferta del iGaming en un intento, según él, de proteger a los más pobres y vulnerables, su posición parece irse ablandado poco a poco. El máximo dirigente del país, dijo recientemente que de forma eventual podría permitir a PAGCOR renovar las licencias de los operadores de juego online siempre que éstos se graven de una manera apropiada y no ofrezcan sus servicios cerca de escuelas, iglesias o cualquier tipo de instalaciones de importancia pública.
el presidente Duterte explicó que estaba tan disgustado con el juego online, debido a la forma en que se había extendido y afectaba a los miembros más vulnerables de la población, en particular a los menores y pobres y que se sentía en la obligación de establecer todas las medidas necesarias para hacer frente al problema.

La prohibición de las operaciones iGaming, una industria que aporta anualmente millones a las arcas del país, parece que se han desarrollado de una forma precipitada.

A juzgar por la severidad con la que trata de lidiar con el tráfico de drogas, las formas de la presidencia de Filipinas, puede que sean demasiado agresivas. La prohibición de las operaciones iGaming, una industria que aporta anualmente millones a las arcas del país, parece que se han desarrollado de una forma precipitada. Promoviendo una política de juego adecuada y responsable, en realidad podría reportar muchos más beneficios que el bloqueo completo de las opciones de juego online.
Por suerte, la expansión de la industria física/offline del juego del país no ha sido objeto de atención del presidente todavía y no hay indicios de que se vaya a iniciar una campaña contra esta. Con los proyectos de desarrollo de miles de millones que pronto se materializarán en casinos de lujo integrados, Filipinas tiene una enorme oportunidad de convertirse en el próximo destino de juego para los grandes apostadores chinos ahora que los casinos de Macao no son los mejores lugares para ellos.