La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha considerado prioritario abordar la publicidad del juego, pero ha advertido de que la prohibición «a secas» y «absoluta» no es una medida eficaz en comportamientos no saludables, con lo que «no tendría mucho sentido hacer un planteamiento» en ese sentido.
Montero se ha pronunciado de esta forma en el pleno del Congreso al ser interpelada por el Grupo de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea sobre las medidas que prevé acometer el Ejecutivo en relación con la publicidad del juego y la proliferación de casas de apuestas.
La primera medida se materializará pronto porque el Gobierno presentará «en breve» un decreto tras el acuerdo suscrito con Unidos Podemos sobre los presupuestos generales del Estado 2019 para impulsar una regulación estatal de la publicidad de los juegos de azar y las apuestas en línea similar a la que rige a los productos del tabaco.
En el documento del «Acuerdo de presupuestos generales del Estado 2019» se explica que en los últimos años han proliferado modalidades de juego en línea que utilizan «fórmulas de publicidad muy agresivas vinculadas a la imagen de personas famosas, habitualmente deportistas de éxito, o a bonos de acceso gratuitos»
Según la ministra, antes del acuerdo, el Gobierno ya tenía un borrador sobre el asunto, pero ahora lo adaptará a las cuestiones relacionadas con la limitación de la publicidad para ser homologable a los productos del tabaco.
«Ni en horarios infantiles, ni en acontecimientos deportivos, ni en ningún entorno que sirva de referencia para la configuración de la personalidad», ha señalado la ministra, quien ha recordado que el juego o el consumo de tabaco tienen una regulación estricta en cuanto a cómo y donde se puede consumir.
No obstante, ha incidido en que «son actividades legales» y por ello la publicidad debe estar «bien consignada» y limitarla a «aquellos entornos en donde no haga daño para el consumo».
La ministra, al igual que la diputada Sofía Fernández Castañón, han mostrado su preocupación por la proliferación de casas de apuestas presenciales, sobre todo en barrios humildes, pero también por la accesibilidad, a cualquier hora y a través de distintas plataformas, del juego online.
Prueba de esta expansión de los juegos online son los ingresos de las empresas dedicadas a ello en el año pasado, 560 millones, una vez descontados premios y bonos concedidos a los jugadores, cuando en 2013 era de apenas 229.
Actualmente hay entorno a 1,4 millones de jugadores online, más del doble de lo que había hace cuatro años.
Además, para implicar a los operadores del juego en una política de responsabilidad social corporativa, el Gobierno quiere obligarles a desarrollar algoritmos que permitan identificar comportamientos de riesgo en el juego, pero también que destinen una parte de las tasas de gestión administrativa que pagan a ayudas a las asociaciones de juego responsable y a campañas de sensibilización.
Fuente: eldiario.es