Es el proyecto estrella que espera la Costa Daurada y que debe transformar el mapa turístico de la provincia. Y lo es desde hace años. Desde el BCN World inicial con su desorbitada inversión y su polémico nombre hasta el actual Hard Rock Entertainment World.

Mucho ha llovido desde aquel 2012 en el que se anunció el macrocomplejo de ocio y juego de la de la mano entonces del grupo Veremonte. Bailes de números, inversiones millonarias, casinos y muchas trabas políticas, empresariales y burocráticas.

Hasta ahora no ha sido un camino fácil. Pero parece que empieza a encarrilarse y ahora la pelota está en manos de la Generalitat, que ya ha empezado a trabajar en el Pla de Millora Urbana, el próximo trámite urbanístico previsto después del Pla Director Urbanístic del Centre Recreatiu Turístic (CRT) de Vila-seca y Salou.

Lo apunta el Departament de Territori i Sostenibilitat que, sin embargo, señala que todavía es demasiado pronto para adelantar contenidos del documento o para desgranar sus plazos de aprobación.

Pese a los mil y un retrasos y el escepticismo que ha generado en numerosos sectores aquel BCN World convertido ahora en Hard Rock Entertainment World, entre sus defensores –sus detractores siguen sin verlo claro– se respiran buenas sensaciones. Lo ponen sobre la mesa los alcaldes de Salou y de Vila-seca –los municipios donde se ubicará el macrocomplejo–, quienes son conscientes de que el camino ha sido complejo.

«Este proyecto es un gran paso hacia adelante», afirma el alcalde de Vila-seca, Josep Poblet, quien pone en valor su peso a nivel turístico. «Con los recursos turísticos actuales hemos logrado una fortaleza en nuestro destino como nunca habíamos podido imaginar en el ámbito del turismo europeo.

Y ahora, Hard Rock nos permite iniciar un nuevo proceso consistente en atraer a nuevos mercados más lejanos del ámbito americano y asiático», manifiesta. Eso sí, añade que siempre como complemento de los existentes.

Trabas administrativas

El alcalde de Salou, Pere Granados, se muestra también optimista: «La Generalitat está trabajando en el plan director y se está avanzando mucho. A veces las cosas no van lo rápido que desearíamos por el sistema administrativo que tenemos en este país. Pero lo importante es que esto avance». Granados insiste en que el pago de la fianza de 10 millones que efectuó Hard Rock en junio –paso imprescindible para que se hiciera efectiva la adjudicación– fue «una excelente noticia porque confirma la idea y el interés de la firma americana por tirar hacia adelante su proyecto». Se siente confiado en que las obras puedan arrancar según el calendario actual, entre mayo y junio de 2019.

Pero Granados también recuerda que mucha gente es escéptica con este proyecto. «Debemos mirar hacia delante», insiste, lamentando también que en todos estos años «se ha hecho mucha demagogia política con esta inversión». El edil subraya que el acuerdo cada vez es más amplio, con más mayorías, y que todo va por buen camino. Se muestra convencido de que la inversión finalmente se materializará.

Ambos alcaldes confían en las oportunidades laborales que supondrá esta inversión. Y, por supuesto, en las turísticas. «Seremos un destino de primer orden a nivel internacional. Supondrá un beneficio directo para el territorio. Para el Aeropuerto. También para el empleo», insiste Granados. Y asegura que, si bien la polémica llegó de la mano del casino, la oferta irá mucho más allá y hay que fijarse en todo el conjunto. «Será turismo de ocio e incentivos, y el casino es solo un elemento más.

Habrá por ejemplo capacidad para acoger congresos de gran formato, y esto es una gran oportunidad para desestacionalizar la temporada turística y mejorar las infraestructuras», remarca, subrayando el movimiento que generará en la zona también durante su construcción.

«Este es un camino que ahora iniciamos y que sumará a lo mucho que ya somos hoy. La vida son retos y los retos con éxitos y continuados son nuestro sueño hecho realidad», concluye Poblet.
También el nombre de Tarragona

El nombre comercial del complejo será Hard Rock Entertainment World. Y el del casino, Hard Rock Hotel y Casino Tarragona, España. De momento, según dijo la propia compañía, tendrá una capacidad máxima de 745.000 metros cuadrados para los diferentes usos y una inversión global estimada de 2.000 millones –700 en la primera fase–, que incluye el coste del terreno y las infraestructuras, que se desarrollarían en fases en los próximos cinco años.

El área destinada al juego ocupará 7.595m2. Habrá dos hoteles en 63.000; un espacio comercial exterior de 15.000 y otro destinado a la restauración de 5.900, siempre según los últimos datos que hizo públicos Hard Rock. Prevé generar más de 11.500 empleos en la construcción y la hostelería, un recinto para conciertos con capacidad de 15.000 personas y cuenta atraer a más de dos millones de visitantes anuales.

 

 

Fuente: diaridetarragona.com