El Govern considera que el complejo de ocio que Hard Rock planea construir en Vila seca i Salou, junto a Port Aventura, es «más necesario que nunca» ante la actual crisis. De todas formas, aunque ha sopesado recurrir la reciente sentencia judicial en contra del encaje urbanístico del proyecto, finalmente no lo hará.

Así lo han explicado tanto el ‘vicepresident’ del Govern, Pere Aragonès, como el ‘conseller’ de Territori, Damià Calvet, en una comparecencia en el Parlament. Ambos han defendido las oportunidades económicas que supone dicho proyecto, pese al retraso que acumula, y en la que han avanzado que el Govern reforzará las garantías respecto al interés público.

Aragonès ha remarcado que este proyecto no costará «ni un euro» al erario público, aunque ha defendido la conveniencia de aumentar «las garantías» para el Incasòl, mientras que Calvet ha garantizado que se modificará el Plan Director Urbanístico (PDU) para ubicar en otras partes los espacios cuestionados por una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

Calvet se ha referido explícitamente al reciente fallo del TSJC que declara parcialmente nulo el PDU porque una parte de los espacios libres y de equipamientos están en zona de riesgo químico.

El titular de Territori ha remarcado que la sentencia «es favorable» a los intereses de la Generalitat, porque valida el conjunto del plan urbanístico, en contra de lo que pretendía la entidad ecologista Gepec, y solo cuestiona la ubicación de parte de los espacios del llamado sector 1.

«La sentencia no afecta a la zona donde se levanta el complejo, ni al suelo ni a la edificabilidad, ni tampoco afectará al precio del suelo», ha añadido Calvet.

Por ello, si bien inicialmente ha explicado que los servicios jurídicos de la Generalitat estaban valorando si se interponía o no un recurso de casación, finalmente ha desvelado que el Govern no la recurrirá, porque falla «a favor de los intereses del proyecto», aunque el Govern trabajará para modificar la planificación urbanística, ha dicho.

Ambos consellers han asegurado que el complejo de ocio de Hard Rock, que prevé hoteles, un casino, espacios para entretenimiento y espectáculos, así como una avenida comercial con tiendas, tiene un impacto económico superior a los 600 millones de euros y debe generar más de 5.000 empleos una vez esté construido.

En cambio, el grueso de los grupos de la oposición han atacado con dureza al Govern por sostener que este complejo «no costará ni un euro» a los catalanes y han preguntado en varias ocasiones a los consellers por qué el Incasòl debe hacer de intermediario en la compraventa de los terrenos entre La Caixa y Hard Rock.

«Esto no es Port Aventura. El elemento principal del complejo es el juego, porque será el casino más grande de Europa», ha espetado el diputado de los comunes David Cid, que ha pedido al Govern que no tome ninguna decisión clave en esta parte final de la legislatura.

Aragonès y Calvet han respondido a la oposición que el Incasòl participa en la operación simplemente para evitar cualquier tipo de «especulación sobre el suelo» y para garantizar el «control público», y han añadido que el proyecto no afectará a la tesorería de la Generalitat ni comportará riesgos para la administración.

Debido a la sentencia del TSJC «el riesgo de retasación existe, pero es muy pequeño. Es mínimo», ha dicho Calvet, que ha garantizado que en cualquier caso dicho riesgo no recaerá del lado de la Generalitat ni alterará la situación del Incasòl.

«No podemos tirar a la papelera un proyecto que puede generar miles de puestos de trabajo», ha remarcado Aragonès, que es vicepresidente en funciones de presidente de la Generalitat.

Aragonès ha explicado que frente al proyecto original, que se llamaba BCN World y constaba de seis casinos, el proyecto se ha ido reduciendo en dimensión, de manera que se ha hecho «asumible para el territorio».

El vicepresidente ha añadido que el Govern tiene la obligación de «estudiar y acompañar cualquier proyecto empresarial que signifique centenares de millones de euros de inversión», y ha remarcado que con los niveles de paro de Cataluña «no podemos decir de entrada no. Se deben poner condicionantes y mirar que las inversiones sean robustas, y para eso hay una fianza, unos plazos y unas exigencias».

Por otra parte, los dos consellers han subrayado que, como consecuencia del estallido de la pandemia, Hard Rock, que ha depositado una fianza de 10 millones, ha pedido dos prórrogas de la compraventa de los terrenos, valorados en 120 millones de euros, y que la última de ellas marca la fecha del 15 de diciembre como fecha límite para firmar el contrato.

«El proyecto es más necesario que nunca, porque generará nuevos negocios y ofrecerá nuevas oportunidades» a los habitantes de la zona, ha dicho Calvet, que ha añadido que este complejo de ocio también debe contribuir a la reactivación económica de Cataluña y que no es «ningún muerto», sino un proyecto «que está bien vivo».

Aragonès también ha querido remarcar que la coyuntura económica ha cambiado tanto a raíz de la pandemia que, al igual que Hard Rock ha pedido varias prórrogas, el Govern también debe adoptar «más precauciones» y «fortalecer las garantías», aunque ha insistido en llevar el complejo de ocio adelante.

«De aquí al 15 de diciembre se reforzarán las cláusulas» para salvaguardar los intereses públicos, ha dicho Aragonès, que ha añadido que, una vez esté en marcha, este complejo puede generar unos ingresos fiscales de entre 272 y 312 millones.

Fuente: elperiodico.com/es