Entre los arrecifes que afronta el proyecto se encuentra una nueva batalla judicial, ahora por las licencias
El empresario Sheldon Adelson planteó, hace diez años, impulsar en Catalunya un gran complejo de ocio con seis casinos y hasta 12 hoteles: se llamaría Eurovegas.
El proyecto debía generar decenas de miles de puestos de trabajo y reforzar aún más el litoral tarraconense como destino turístico. Pero había que cumplir una serie de condiciones para satisfacer a Adelson.
El empresario no quería pagar los impuestos que gravan el juego, ni tampoco el IBI, y también pedía cambios en el Estatut de los Trabajadores para ofrecer peores condiciones a sus trabajadores. También pretendía que se dejara fumar dentro de los locales.
El gobierno de la Generalitat era consciente de que estas medidas eran impopulares, pero todavía se arrastraba la crisis del 2008 y la promesa de la inversión económica de Adelson les parecía demasiado interesante y se abrió una negociación.
Fuente: ara.cat
