Desde el nombramiento de Alberto Garzón como ministro de Consumo, su gestión se ha caracterizado por sus propuestas intervencionistas a los ciudadanos. La última medida del ministro ha sido la prohibición de la publicidad de alimentos y bebidas «no saludables» para reducir el consumo de estos productos por parte de los menores.
De esta manera, la televisión, la radio y demás plataformas de comunicación no podrán emitir este tipo de anuncios en programas cuyo público objetivo es menor de 16 años.
Esta ha sido la medida más reciente, pero sigue la línea intervencionista del resto de cambios que ha introducido el Ministerio de Consumo desde que Alberto Garzón pasó a liderarlo. De hecho, no solo establece medidas restrictivas, sino que propone qué dieta debe seguir la población. Una de sus intervenciones más sonadas fue la del pasado verano, cuando el ministro intentó que la población española redujese el consumo de carne porque «el consumo excesivo de carne perjudica la salud» de las personas. Bajo el lema ‘Menos carne, más vida’, Alberto Garzón sugirió «cambiar la dieta» para así «mejorar el estado del planeta», ya que achaca a la ganadería el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La medida desató una gran polémica incluso con sus socios del Gobierno, con el presidente, Pedro Sánchez, contestó tajante: «Un chuletón al punto es imbatible».
Siguiendo con los hábitos alimenticios de la población, el Ministerio de Consumo ejecutó un impuesto sobre las bebidas azucaradas y edulcoradas, aumentando el IVA de un 10% a un 21%. El objetivo de esta medida era «favorecer hábitos más saludables», pero las patronales de alimentación y bebidas criticaron la medida al considerar que afecta especialmente a las rentas bajas.
Por último, uno de sus principales objetivos es el de regular las casas de apuestas y cómo se publicitan para evitar las prácticas adictivas que suponen este tipo de actividades. De esta manera, limitó el horario de anuncios de juego a la franja entre la 01:00 hasta las 05:00 de la madrugada. Además, en los anuncios no pueden aparecer personajes relevantes en la sociedad que inciten las apuestas y los clubes de fútbol y las competiciones no pueden realizar contratos publicitarios con este tipo de empresas.
Por tanto, se está destapando la línea a seguir del Ministerio de Consumo de Alberto Garzón: pocas medidas, pero restrictivas. Su forma de actuar no consiste en fomentar ciertas prácticas, sino en restringir los comportamientos de la población.
Fuente: cope.es