Media España está ya desde este lunes en la fase 2 de desescalada. Bares y restaurantes ya pueden abrir tanto sus terrazas como el interior de los locales, y las grandes superficies y los centros comerciales pueden hacer lo propio sin limitaciones de metros cuadrados. En las zonas aún en fase 1 prácticamente todas las actividades económicas pueden, en mayor o menor medida, empezar a reactivarse.

Pero hay una que vive en un limbo normativo y que no sabe, ya en pleno proceso de desescalada, cuándo puede volver a funcionar. Se trata del sector del juego, en concreto los operadores privados, en tanto que las administraciones de lotería han podido abrir en las zonas en fase 1 como en fase 2.

En cambio, los primeros aún no tienen la confirmación de Sanidad acerca de la fecha de reapertura. Las órdenes ministeriales publicadas hasta ahora no mencionan esta actividad, como tampoco lo hace el Plan para la transición hacia una nueva normalidad diseñado por el Gobierno. Desde que se decretara el estado de alarma el 14 de marzo, se mantienen cerrados los cerca de 3.900 establecimientos entre salones de juego, casinos y bingo que hay en España.

Llevamos tiempo preguntando a Sanidad y no responden”, explican fuentes del sector consultadas por este diario. En principio, las empresas del mismo esperaban poder hacerlo en la fase 2, como las administraciones de lotería, pero la orden ministerial que la regula no lo indica. Tampoco entran en el mismo grupo que el comercio minorista, o la hostelería, por lo que continúan en el limbo. Las fuentes consultadas esperan tener una respuesta definitiva en breve. El juego privado maneja un empleo directo de 47.000 personas en España, según datos de la patronal Cejuego.

El online ha sido la única fuente de ingresos, pero de forma reducida. La principal modalidad en este canal son las apuestas deportivas, con el 52% del dinero real jugado, y las grandes competiciones han estado paradas por el Covid-19.

Impacto en Cirsa

Los resultados de los operadores empiezan a resentirse por esta crisis. Un ejemplo es Cirsa, que en el primer trimestre redujo los ingresos un 6%, hasta 355 millones, y tuvo una pérdida contable de 51 millones, por los cinco de un año antes. En el informe trimestral enviado a inversores, la compañía propiedad de Blackstone habla de un impacto negativo sobre el ebitda de 32,8 millones achacables a la crisis pandémica

La firma también ha acometido medidas de ahorro, entre ellas el ERTE a toda la plantilla de España o la renegociación de los alquileres. Su base de costes ha pasado de 62 millones mensuales al 28. En ese mismo informe, Cirsa indica que prepara un “plan de emergencia para la gestión del efectivo para garantizar nuestra posición de liquidez a través de una priorización de todos los pagos y una optimización de las fuentes de financiación”.

Cirsa dispuso en marzo de 175 millones de liquidez extra contemplada en sus líneas de financiación. Desde la empresa se explica que se están estudiando opciones para obtener liquidez adicional. Su deuda financiera neta al cierre del trimestre era de 2.265 millones.

Fuente: cincodias.elpais.coml