Kazuo Okada
JKazuo Okada

Kazuo Okada, el magnate japonés de los casinos reveló ayer que espera transformar Filipinas en “el próximo Hawai”.

El empresario japonés busca expandir su negocio en el país después de la inauguración del complejo de casino Okada Manila el 21 de diciembre.

El complejo recibió un permiso por parte de la Philippine Amusement and Gaming Corporation (PAGCOR) para comenzar las operaciones de juego. Se calcula que el coste para la finalización del gran proyecto ascenderá a unos $2,400 millones. El complejo de casino fue desarrollado por la compañía filipina Tiger Resort, Leisure and Entertainment Inc., que es una filial de Universal Entertainment, encabezada por Okada. Okada Manila operará inicialmente bajo una licencia provisional hasta que se emita una licencia permanente.

En esta etapa, Okada Manila empleará entre 8,000 y 10,000 personas. Además, Okada planea construir tres instalaciones más de casino frente a la estratégicamente ubicada bahía de Manila, que se conoce como “la Ciudad del Entretenimiento”.

Además de en Manila, Okada también está considerando la opción de abrir centros similares en las islas filipinas de Palawan y Boracay en un intento de aprovechar el próspero mercado chino originado por la creciente clase media del país. Ambas islas son consideradas como unas de las principales atracciones turísticas de Filipinas.

De acuerdo con Okada, Filipinas tiene el potencial para convertirse en el próximo Hawai gracias a sus atractivas playas. El empresario japonés explicó que el país puede convertirse en un lucrativo destino turístico ya que cada vez más chinos buscan escapar del aire contaminado de su capital, Pekín.

Okada es prácticamente el único empresario interesado en los puntos turísticos periféricos de Filipinas. El pasado mes de agosto, el Sino-America Gaming Investment Group LLC y el Macau Resources Group Ltd. anunciaron que están buscando obtener el visto bueno por parte de la Autoridad Filipina de Infraestructura de Turismo o TIEZA para iniciar su proyecto Mactan Leisure City en enero de 2017.

Previamente, Sino-America Gaming había mostrado interés en Cebu y la isla de Napayawan. El coste de esta inversión combinada se estima en aproximadamente $1,000 millones. En ese punto, uno de los vicepresidentes de PAGCOR encargado de conceder licencias, comentó que las posibilidades de conceder licencias de juego para las zonas menos desarrolladas situadas fuera de Manila son mucho más altas.

Filipinas apunta a generar unos ingresos de $7,000 millones para el año 2020 en un intento por convertirse en uno de los mayores destinos de juego en el mundo, junto con la capital de la industria asiática del juego, Macao. Okada Manila, tras varios retrasos y la amenaza de que la autoridad reguladora del juego de Filipinas suspendiera la licencia de la compañía en 2015, abrirá oficialmente sus puertas a finales de febrero de 2017.

Fuente: casinonewsdaily.es