El negocio de suerte y azar se está convirtiendo en una de las actividades más dinámicas en Colombia. Vienen nuevas apuestas e inversiones millonarias.
Este, de hecho, es uno de los negocios más grandes que se vienen en 2015, debido a que una nueva reglamentación del Gobierno obliga a que los dueños de casinos y demás establecimientos de apuestas renueven buena parte de las máquinas tragamonedas. “Debido a la baja tecnología de esas máquinas, se hace un estimativo sobre el promedio de juegos o transacciones; con las nuevas máquinas será posible que Coljuegos controle todo en línea”, explicó el presidente de la Feria Americana de Juegos de Azar (Fadja), José Aníbal Aguirre.
El cambio de las 30.000 o 35.000 máquinas representa un negocio de entre US$350 millones y US$400 millones, según explicó a Dinero Mauricio del Sol, presidente de Novomatic, uno de los mayores proveedores de máquinas para esta industria en el mundo.
Dicha reposición también representará una inyección de recursos importantes para el sector salud. Cifras oficiales dan cuenta de aportes anuales del sector de juegos de azar cercanos a los $400.000 millones. Con la modernización de estas máquinas la cifra se podría elevar a los $2 billones.
Mauricio del Sol también explicó que Colombia es uno de los países con mayores perspectivas a mediano plazo en la Región. “Replicar el modelo de Las Vegas es muy difícil en cualquier parte del mundo, pero en Colombia podremos ver en un futuro cercano casinos de 400 o 500 jugadores sin ningún problema”.
El directivo también contó que este año se podría materializar la llegada al país de dos grupos empresariales de escala mundial, aunque no precisó nombres. Eso ratificaría un cambio de modelo, entre los casinos pequeños de barrio, a salas más modernas, amplias y seguras.
Ese dinamismo, que en parte se debe al mejoramiento del poder adquisitivo y al carácter aspiracional de los colombianos, también atrae el interés de grandes inversionistas europeos y asiáticos. Representantes provenientes de Austria, Bielorrusia, Ucrania, Taiwán y Eslovenia estuvieron presentes en la feria Fadja, que terminó el 9 de abril pasado en Corferias. Algunos de ellos sostuvieron reuniones oficiales con Coljuegos para viabilizar las inversiones.
Lo nuevo
En la actualidad hay movidas empresariales de todo tipo. Los mismos operadores del Superastro Millonario –la firma Corredor Empresarial–, ganaron en 2014 el contrato para operar juegos virtuales y deportivos. Esta es una nueva frontera que se abre y que podría generar nuevos empleos y recursos para la salud.
También está en camino Keno, una especie de bingo, pero con algunos cambios que lo harán más interesante para los jugadores.
En este juego el apostador selecciona un conjunto de máximo 10 números de una matriz de 1 a 80. La apuesta, cuyo valor mínimo es $2.000, IVA incluido, se hace en un tarjetón que luego debe ser registrado en un terminal electrónico ubicado en los puntos de venta autorizados. Entre más aciertos, mayores son las ganancias.
También opera desde este año el Bingo Lotto. Se trata de un juego en el que los apostadores cambiarán el tradicional cartón por una pantalla táctil, en donde se amplía la capacidad de juego hasta en 300 cartones.
El gran desafío para lo que viene serán los juegos de azar online. Desde el año pasado, Coljuegos adelanta la estructuración del negocio y su licitación podría estar lista este año. Los smartphones y el acceso a internet son las puntas de lanza de este nicho, de gran acogida en otros países.
En el pasado, los negocios de suerte y azar fueron estigmatizados por los malos manejos de algunos empresarios y la falta de control, el contrabando y la ilegalidad. Sin embargo, los gremios, ferias y nuevos inversionistas están reanimando y validando esta industria, que deja billonarias ganancias en mercados como el estadounidense o el europeo.