El último informe de la DGOJ indicaba que durante 2015 el póker online generó unos ingresos de 60 millones de euros. Esta cifra representa una caída del 40% respecto a las cifras que tenía el sector justo antes de la regulación del juego online en España en junio de 2012 según destaca Sacha Michaud, Presidente de Jdigital, la Asociación Española de Juego Online.
Si volvemos a 2011, justo antes de ser regulado el sector, vemos que el póker online era unos de los segmentos con mayor potencial con un crecimiento progresivo de 2007 a 2011, pasando de los 40 millones a superar la barrera de los 100. Sin embargo, una regulación precipitada sin tener en cuanta ciertas repercusiones convirtió las plataformas .es y España en un destino poco atractivo por los jugadores. Sacha Michaud explica que “la falta de liquidez internacional ha convertido el producto de póker en algo mucho menos divertido y atractivo, tanto para los aficionados que juegan por diversión como para los profesionales”.
Se estima que a día de hoy hay unos 200 jugadores profesionales españoles que se buscan la vida fuera de nuestras fronteras, “pero no es sólo eso” explica Leo Margets “hablamos de fuga de talento y que antes España era uno de los principales destinos donde vivir para los jugadores internacionales”. Leo, como jugadora profesional que ha sufrido las consecuencias de una mala regulación, reclama que el póker debería ser reconocido como un juego de habilidad y como profesión mejorando su fiscalidad.
Con la actual cifra de 60 millones de euros, el póker ha vuelto a sus cifras de 2008 y contando con un GGR que representa tan sólo un 20,7% de los que se estimaba en 2011 que facturaría en 2015. Según Margets, “limitar la liquidez en el sector online es algo contra natura, precisamente una de las ventajas del mundo digital es esta posibilidad de levantar barreras”. “No es incompatible mantener un entorno digital seguro con la liquidez internacional y eso haría que tuviéramos un producto mucho más atractivo para los jugadores” añade la jugadora de póker profesional. “Países como Dinamarca y Reino Unido han regulado sus mercados de esta forma y con éxito, ambos demuestran que con liquidez internacional no hay riesgo” apunta Michaud.