El presidente Michel Temer sancionó la MP 846/2018, que legaliza las apuestas deportivas en la modalidad de loterías de cuota fija y distribuye la recaudación de las loterías entre cultura, deporte y seguridad pública.

Diversas autoridades participaron en la ceremonia que tuvo lugar en el salón noble del Palacio del Planalto, el miércoles en Brasilia. Con eso, la lucha por la legalización de los juegos tiene una gran victoria en el país.

El acto fue presidido por el presidente Michel Temer, los ministros de Cultura, Sérgio Sá Leitão, Seguridad Pública, Raúl Jungmann, de Derechos Humanos, Gustavo Rocha, de Defensa, Joaquim Silva y Luna y de los deportes, Leandro Cruz.

El texto aprobado prevé la distribución de los porcentajes de los recursos de acuerdo con el tipo de lotería (lotería federal, deportiva, de pronósticos). En las estimaciones del gobierno federal, la distribución de los ingresos deberá generar: R $ 1 mil millónes para la seguridad pública; R $ 630 millones para el deporte; R $ 412 millones para la cultura.

En cuanto a las apuestas deportivas se determinó que se destinará al Fondo Nacional de Seguridad Pública (FNSP) el 2,5% de su recaudación cuando se efectúen por medios físicos y el 1% si se realizan de forma online; lo que significaría repases millonarios para el área oriundos de ese nuevo mercado que se abrirá.

La MP determina un plazo de dos años, prorrogables por otros dos, para que el Ministerio de Hacienda establezca las reglas para autorización de concesión a los agentes operadores de la modalidad. El mercado de juegos en forma electrónica sobre eventos reales de temas deportivos, en que, a la ocasión de la apuesta, el apostador conoce el monto del premio a ganar si golpea el pronóstico, se estima en R $ 4,3 mil millones en Brasil.

Por sugerencia de SEFEL, se presenta una propuesta que objetiva hacer factible la explotación de esta nueva modalidad de lotería, denominada apuestas de cuota fija. En vista de que es necesario canalizar esa actividad lotérica para las reglas de la legislación brasileña, los premios tienen que ser más elevados que las loterías tradicionales.