Fachada del Casino Teatro Balear
Fachada del Casino Teatro Balear

Los promotores del frustrado casino de la plaza Comtat de Rosselló número 4 vuelven a la carga después de que la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma haya procedido al archivo del expediente para la instalación de esta actividad por vulnerar, en teoría, la ordenanza de usos del centro histórico.

En este caso, el argumento al que se aferra Gran Casino Teatro Balear para solicitar la revisión de oficio del expediente, según el escrito remitido al área que lidera el teniente de alcalde Antoni Noguera, es, en contra de lo que se afirma en el informe municipal, la inexistencia de colindancia con viviendas en este céntrico edificio.

Según el promotor, tal y como consta en el escrito, el edificio en el que se ubica el hoy cerrado Bingo Teatro Balear sólo está permitido para locales y oficinas. Además, para el adjudicatario de la licencia de juego, que después no ha podido materializar en este emplazamiento, «no puede haber esta colindancia por el hecho evidente de que el teatro es anterior a cualquier edificación y sería otra ilegalidad más por parte del Ayuntamiento manifestar que la hay cuando no es así».

Además, en su escrito la empresa sostiene que las actividades complementarias que prevé el proyecto para la actividad de casino se instalan dentro de un edificio clasificado por el Plan General como dotacional y calificado como equipamiento (uso global).

Para el interesado, «no existe colindancia, por tanto, entre la actividad y el uso de vivienda, habiendo sido comprobado todo ello por los técnicos tanto de parte como peritos elegidos». Según el documento que ya obra en poder de Urbanismo, estos habrían comprobado que «existe un pasillo entre ambos usos, no pudiéndose en ningún caso sostener las deficiencias que constan en los informes de los servicios técnicos municipales y que motivan la resolución denegatoria de la licencia».

Es por ello que el promotor suplica a Urbanismo que proceda a «suspender» todos los procedimientos iniciados por la Gerencia municipal de Urbanismo «en los que se hayan tenido en cuenta los datos erróneos que semana tras semana han sido puestos de manifiesto por esta empresa y solicitada la revisión de oficio de los diferentes expedientes, amén de que en los mismos ha intervenido personal contra el que existen procedimientos penales tendentes a exigir su responsabilidad».

Hay que tener en cuenta que tras la concesión de licencia de obra menor para la realización de las demoliciones previas por parte del Ayuntamiento de Palma en enero de 2014, los promotores procedieron a cerrar la actividad del bingo en el local de la plaza Comtat de Rosselló que estuvo funcionando ininterrumpidamente desde 1980. Esto obligó a la compañía a recolocar al 60% de la plantilla de trabajadores.

El resto de empleados, apunta en su escrito el interesado, «se inclinó por percibir la indeminización legalmente establecida para incorporarse posteriormente a la escuela de crupiers abierta por Gran Casino Teatro Balear en su programa de formación para los trabajadores del futuro negocio».

Un total de 176, que como se especifica en el recurso remitido a Cort, «actualmente habiendo finalizado el periodo lectivo y formativo se encuentran con contrato laboral fijo e indefinido y están pendientes de la resolución de este problema».

Una realidad social que, según denuncia, «poco parece importar al Ayuntamiento de Palma».

Fuente: elmundo.es