Castilblanco

Castilblanco, escéptico ante el megaproyecto que puede revitalizar la Siberia extremeña que languidece tras desmantelarse Valdecaballeros.

El Predusco FC es el equipo de fútbol de Carbayuela, municipio de 400 habitantes de la comarca de la ‘Siberia’ extremeña. Milita en la segunda regional autonómica de Extremadura, algo así como la sexta división española. Fue fundado en 1970 ‘inspirándose’ en la aventuras de ‘Pepe el Hincha’en el TBO. Juega en un campo de tierra y a sus partidos acuden un centenar de personas, en el mejor de los días, pero en 3 años quizás pueda mudarse de instalación y disputar sus partidos en un estadio ultramoderno y con capacidad para 40.000 personas. Esa es una de las arriesgadas iniciativas que la empresa americana Cora Alpha planea incluir en su megaproyecto de parque de ocio y juego, ‘Elysium City’, en la vecina localidad de Castilblanco. John Cora, CEO del grupo, es el antiguo vicepresidente de parques de Disney, quien ya intentó en los 80 que EuroDisney se construyera en España.

La Siberia extremeña es una comarca de 17 pueblos, 19.800 habitantes y 2.837 kilómetros cuadrados situada al noreste de Badajoz y en medio de ninguna parte, un cruce de caminos entre Badajoz, Cáceres, Toledo y Ciudad Real, que Francisco Franco llenó de pantanos, hasta cinco, a finales de los 50 y principios de los 60 para regar los campos agrícolas del Plan Badajoz. Castilblanco, la localidad donde se proyecta el parque de ocio cuya primera fase podría estar construida en 2023, apenas tiene 980 habitantes (en la década de los 60 llegó a tener 3.458 vecinos), dedicados a la agricultura, principalmente al olivar, y a la ganadería, y con una tasa de paro del 23,5%. Una de sus características es el envejecimiento de su población, ya que los mayores de 80 años superan el centenar.

«Los jóvenes se van de aquí porque no hay futuro, al menos por ahora, y al pueblo regresan solo aquellas personas que se fueron a trabajar a Madrid y Barcelona y ahora se han jubilado», nos cuenta Honorio López Martín, dueño de la quesería Castilcerro. Porque sí, en Castilblanco se hace buen queso, considerado de los mejores de España, y en unos años quizás se juegue también a la ruleta o al black Jack. «Ojalá salga a adelante», dice Honorio, «“pero hasta que no lo veamos no lo creeremos porque ha habido muchos proyectos por aquí y al final se han ido al garete». Como se fue al garete hace años, cosas de la crisis, el proyecto del campo de golf y urbanizaciones que se habían proyectado para la zona.

Ahora, Elysium promete construir en la zona -cierto es que ha presentado avales por 10 millones de euros como exige la ley Legio aprobada por la Junta de Extremadura- 1.200 hectáreas llenas de casinos, hoteles, parques de atracciones, un estadio de fútbol, restaurantes, tiendas, viviendas… sobre  unos terrenos entre los pantanos de Cíjara y García Sola en los que la inversión inicial será de 3.100 millones de euros, para la primera fase, que generará 15.000 puestos de trabajo y que la empresa espera comenzar a llevar a cabo en el último trimestre de 2019 y finalizar en 2023. ¿Su objetivo? Atraer a más de 3 millones de visitantes al año. Las perspectivas de futuro de Cora Alpha, cuando haya completado las tres frases del megaproyecto en 20 años, hablan de una inversión total de 13.700 millones de euros y entre 55.000 y 60.000 empleos. «Sería como el maná. Y nos resolvería el futuro, pero hasta que no lo veamos…», dicen en el pueblo.»¿Y por qué no puede ser esta vez cierto», se pregunta Rocío, auxiliar de la farmacia de Castilblanco.

Pero después de que el proyecto fuera presentado de nuevo a bombo y platillo en la reciente Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid a finales de enero, la empresa Cora Alpha dijo que «buscaba financiación para el primer año» y  saltaron las alarmas cuando pidió una paralización de la tramitación del proyecto ante la Junta de Extremadura. ¿Paralización o simple retraso? En Castilblanco algunos se echaron a temblar. «¡Otra vez, no!», pensaron. No así la alcaldesa, Ángeles Merino, del PP y enfermera del consultorio médico, que siempre ha mantenido la fe en el Elysium City. «Siempre que me preguntan sobre Elysium -aseguraba hace unas semanas la edil- digo lo mismo, que la pelota está en otro tejado que no es el nuestro. Nosotros como Ayuntamiento hemos ayudado y lo vamos a hacer al máximo para permitir que un proyecto de esa envergadura pueda salir. Ha habido momentos de duda sobre esta iniciativa pero desde que la registraron, pusieron el aval de 10 millones y lo presentaron en Mérida la historia se ve de otra manera», declara Merino en la prensa local.

Pero el ‘Eurovegas’ extremeño, y más ahora que iniciamos la carrera electoral de cara al 28 A y el 26 M, ya se ha convertido en cuestión de batalla política, y el ‘jefe’ regional de Merino, José Antonio Monago, ha exigido a Guillermo Fernández Vara no engañar a los extremeños y dejar de utilizar una ilusión colectiva para ganar las elecciones porque «se le ha caído el sombrajo y el muñeco de Walt Disney. Vara se pasea con unos inversores que no tienen asegurado ni un céntimo de euro de inversión. Y al pueblo extremeño no se le puede engañar con 3.000 millones de euros de inversión, con 50.000 puestos de trabajo y no tener ni un céntimo de euro y no tener estas empresas ni siquiera para poner la fianza, que es lo que ha pasado», asegura Monago.

Unidos Podemos también se opone al proyecto, que se instalaría en una zona que aspira a ser declarada reserva de la biosfera por la Unesco, mientras el PSOE y la Junta, por boca de su propio presidente, siguen asegurando que el proyecto es interesante y muy importante para la región. «No tengo nada que decir», explicó Vara cuando se pidió la paralización, se supone que momentánea, del proyecto por parte de la empresa. «Sigue su tramitación y nosotros no hablamos de él. Curiosamente los que están hablando son los demás, nosotros no hablamos, cuando llegue el momento, los promotores tienen que subsanar una serie de cuestiones para que el proyecto pueda estar completo y la Junta tendrá seis meses para decidir», asegura.

Mientras, la tierra ‘en medio de ninguna parte’ -los promotores estudian utilizar el fallido aeropuerto de Ciudad Real, a 145 kilómetros, como base de transportes para el macrocomplejo-, la Siberia extremeña, seguirá siendo la de las playas (de los pantanos) sin mar; Honorio continuará haciendo buen queso premiado en concursos internacionales; la cooperativa olivarera San Cristóbal un AOVE de excelente calidad y el Pedrusco FC y todos los equipos de fútbol de la zona soñarán con tener un estadio de nivel Champions pese a jugar en la segunda extremeña. «¿Será verdad esta vez?», se oye por las calles de Castilblanco.

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