El crecimiento de las apuestas deportivas a nivel mundial está siendo meteórico. Solo hay que ver los números y cómo cada vez la facturación se incrementa.

En España el nuevo gobierno tiene intención de poner cierto coto a las casas de apuestas para evitar enfermedades como la ludopatía o que los menores de edad puedan tener acceso. Sin embargo, la realidad es que es un sector que se encuentra en plena expansión a nivel global y los expertos creen que 2020 seguirá la dinámica que ha tenido hasta ahora.

Más aún si al otro lado del Atlántico se están estableciendo cada vez más presiones por la legalización de las apuestas deportivas, lo cual podría presentar a los inversores una gran oportunidad en el presente ejercicio, según firmas de análisis y banca de inversión de Estados Unidos.

Sin ir más lejos, Pensilvania legalizó las apuestas deportivas en 2017. Nueva Jersey se unió en junio de 2018. Más recientemente, el gobierno estatal de Michigan promulgó una serie de proyectos de ley que permitirán a los residentes apostar en eventos deportivos este año. El auge es imparable. E igual sucede en los países desarrollados.

La rápida adopción de las apuestas deportivas no solo tiene el potencial de aumentar los ingresos. También podría hacer que ciertas acciones vinculadas al juego sean una inversión más atractiva en el nuevo año, tal y como describen los analistas.

Según Thomas Allen, analista de Morgan Stanley, si bien cree que los inversores son generalmente conscientes de la oportunidad, “las acciones no parecen estar descartándola”.

En este sentido, señala que a pesar de que se espera que la facturación del sector supere los 800 millones este año desde los 249 millones en 2017, los valores en Bolsa están rezagados en el mercado “desde que se derogó la Ley de Protección del Deporte Profesional y Amateur en mayo de 2018”.

El S&P 500 ha subido casi un 20% en ese tiempo. Mientras tanto, MGM Resorts ha ganado un poco más del 3% desde entonces, mientras que Boyd Gaming ha perdido cerca del 15%. Penn National Gaming se ha desplomado más del 24% en ese periodo. Una descripción gráfica de las dificultades que han existido.

Con todo, estas acciones se pueden aprovechar de las apuestas deportivas, tal y como exponen los analistas. MGM, por ejemplo, tiene su propia aplicación móvil de apuestas. Boyd Gaming anunció el año pasado una asociación estratégica con el gigante de fútbol de fantasía diario FanDuel. Mientras, Penn National firmó a principios de este año un acuerdo de apuestas deportivas con DraftKings, rival de FanDuel.

Allen concreta que no piensa que los inversores hayan estado dispuestos a apostar por este segmento todavía, pero “si entramos en un nuevo mini ciclo”, espera que estos “comiencen a prestar más atención en 2020”. Además, estima que el mercado de apuestas deportivas alcance los 7.000 millones en ingresos para 2025.

Por su parte, James Wheatcroft, analista de renta variable en Jefferies, es aún más optimista con respecto a las apuestas deportivas. Para 2023, prevé que este mercado crecerá hasta los 13.000 millones y solo en territorio estadounidense.

Esa previsión, expone en una nota, parece “cada vez más conservadora» dada la rapidez con que los estados se están moviendo para legalizar las apuestas deportivas. Por elcontrario, el conservadurismo es “prudente” dado que el tiempo entre la legalización y la implementación podría darse en “12 meses”, añade.

Asimismo, el analista de Deutsche Bank, Carlo Santarelli, indica que las cifras iniciales de ingresos de las apuestas deportivas han sido «decepcionantes», pero agrega que a medida que estados como Iowa e Indiana comienzan a aceptarlas, se espera ver un enfoque “más pronunciado de los inversores en el impacto de apuestas deportivas en los operadores”, concluye.

Fuente: businessinsider.es