El Tribunal Superior de Justicia de Aragón anula el registro de las personas que se autoprohiben la entrada en las salas de juego y ordena destruir físicamente los ficheros por un defecto formal en la tramitación del decreto autonómico que lo regulaba.
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha reabierto las puertas de los salones de juego, los casinos y los bingos a los más de 2.000 inscritos en el Registro de Juegos Prohibidos al declarar “nulo de pleno derecho” el decreto que regulaba su gestión y, paralelamente, haber ordenado la destrucción física “de todos y cada uno de los ficheros creados en los salones de juego” y que se encuentran a disposición de la Administración autonómica.
El Registro de Juegos Prohibidos es un listado de ámbito autonómico en el que los adictos al juego se inscriben de manera voluntaria para autovetarse el acceso a cualquier tipo de espacio en el que se hagan apuestas.