Casino Teatro Balear
Casino Teatro Balear

Los jueces vuelven a dar la razón a los técnicos del ayuntamiento de Palma, que consideraron que el proyecto previsto en el antiguo bingo Balear no encajaba en las normas urbanísticas.

l proyecto presentado hace más de ocho años por la empresa Gran Casino Balear para abrir un casino en Palma, donde antiguamente se ubicaba el bingo Balear, no se ajusta a las normas urbanísticas de la ciudad. Por tanto, no puede disponer de la licencia municipal. Así lo ha establecido una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears, que representa una nueva victoria judicial del ayuntamiento de Palma frente a esta empresa de juego, que hasta el momento ha ido perdiendo todas las demandas que ha presentado contra Cort.

La licencia no se puede conceder porque incumpliría una ordenanza municipal que fue aprobada en el año 1999, en la que se estableció los usos del centro histórico de Palma. Esta normativa urbanística establecía que no se podía aprobar una licencia en un edificio de más de 300 metros cuadrados de superficie que no contaba con aparcamientos, como ocurre en el local de la plaza Comte Rosselló de Palma. La empresa ha venido alegando en los tribunales que el local venía contando con autorización de sala de bingo desde el año 1979. En el año 2000 obtuvo otra licencia para explotar una cafetería de 600 plazas. En el año 2012 también logró una autorización del Govern para abrir el casino, obligándole a inaugurar en un plazo de un año. Sin embargo, se encontró con la oposición municipal para realizar el proyecto, al considerar el Ayuntamiento que el nuevo casino no encajaba en las normas de usos del centro histórico de Palma.

El argumento principal de la empresa es que esta ordenanza que había utilizado el ayuntamiento no se podía aplicar ante la solicitud de licencia, porque representaba una modificación de determinadas normas urbanísticas del plan general de la ciudad. Además, establecía que no se producía un aumento de la superficie del negocio, ni tampoco del aforo que ya existía cuando se explotaba la sala de juego del bingo.

El tribunal, sin embargo, discrepa de esta interpretación que realiza la empresa que pretende construir una nueva sala de casino en la ciudad. Los jueces recuerdan la norma urbanística de Palma, que establece que solo se permitirán obras de reforma cuando se realice una mejora de las condiciones de seguridad o se adapte el negocio a las nuevas normas de protección contra incendios del edificio. Los magistrados tienen muy claro que aquí no se trata de realizar reformas de mejora en la antigua sala de bingo. Se trata de un nuevo proyecto de juego, que precisa de una licencia de obras y de actividades específica . Una licencia que no se puede otorgar si el proyecto incumple las normas municipales establecidas en el centro histórico de Palma, ya que es evidente que el local cuenta con una superficie superior a los 300 metros cuadrados y carece de una zona de parking.

No acepta tampoco el tribunal que la empresa hubiera dispuesto de la reserva de cien plazas de aparcamiento en el subterráneo situado frente al antiguo bingo.

El local de esta céntrica plaza de la ciudad se encuentra en estos momentos clausurado. Cort paralizó de inmediato las obras al descubrirse que se estaban realizando sin autorización municipal. La empresa presentó un proyecto donde se comprometía a crear decenas de puestos de trabajo. Sin embargo, el Ayuntamiento ha defendido siempre la interpretación realizada por sus técnicos, que establecieron que no se podía autorizar un nuevo casino en este local de la ciudad, porque el proyecto no encajaba en las normas urbanísticas. La sociedad aún tiene la posibilidad de llevar este conflicto con el ayuntamiento de Palma hasta el Tribunal Supremo.

Fuente: diariodemallorca.es