El Ministerio de Economía y Finanzas defendió en el Parlamento su proyecto de ley para legalizar los casinos online y relativizó el impacto que esta nueva modalidad pueda tener en los problemas compulsivos que determinadas personas tienen frente al juego. También que esa problemática no puede ser un obstáculo para el objetivo central de esa iniciativa: el desarrollo de los locales regulados de apuestas.
«La ludopatía es una enfermedad y debe ser tratada por salud pública, y justamente allí es tratada«, remarcó ante los legisladores el director general de Casinos, Gustavo Anselmi, que citó las últimas cifras oficiales disponibles sobre esa enfermedad. El último informe del Hospital de Clínicas con el que cuenta la Dirección General de Casinos indica que en 2021 unas 100 personas fueron atendidas por ludopatía en el Hospital de Clínicas. En 2020 habían sido 78 casos.
«Los casinos no quieren a los ludópatas, no les interesan», aseguró el director, que mencionó el miércoles pasado ante la Comisión de Hacienda de Diputados un informe de la consultora Cifra, encargado específicamente para evaluar la cantidad de posibles clientes que jugarían bajo una modalidad online y así «bajar un poco a la realidad las cosas que se hablan y se dicen» sobre esta iniciativa.
El informe incluye el plan de negocios de una empresa que tiene un casino en Santa Fe, una provincia argentina muy similar a Uruguay en población y en producción. Ese casino cuenta con 2 mil clientes y los ingresos a la página web son muy esporádicos. «Hoy hablamos de juego online y parece que van a estar los tres millones de uruguayos conectados todo el día», ironizó. «Eso no es así».
«Si bien la ludopatía es un tema que siempre preocupa, no puede ser una barrera para instrumentar una herramienta como es la modalidad online, fundamental para el desarrollo de los casinos», remarcó. Anselmi agregó que la ley obliga a la creación de un registro de las personas que quieran «autoexcluirse» y pidan no ser autorizadas a apostar en este tipo de plataformas.
El jerarca defendió asimismo el nivel de control que permitirá esta modalidad de juego y que estará incluido en la reglamentación. «Este sistema es muy bueno porque se conoce a todos los clientes«, destacó. Nombres, comportamientos, dónde viven o cuánto gastan. También, y fundamental, el origen de los fondos con los que apuestan.
El director de Casinos señaló allí que la única manera de jugar on line será a través de una tarjeta de crédito y abriendo una cuenta en alguno de los permisionarios que sean habilitados. Así, insistió, el origen de los fondos será mucho más controlable que en los casinos físicos.
El auge del juego ilegal
El subsecretario de Economía y Finanzas, Alejandro Irastorza, remarcó la fundamentación del Poder Ejecutivo para impulsar una ley de este tipo. La emergencia sanitaria de 2020, recordó, llevó a que todos los casinos tuvieran que cerrar. Toda esa actividad pasó entonces a desarrollarse a través de juegos por internet, que en Uruguay son ilegales. «Esa actividad fue creciendo de forma exponencial y, por más que se cancelaran sitios, al rato abrían otros«, dijo. «Era permanente».
Así, la desaparición de la actividad legal, insistió el subsecretario, provocó que todo el sector legal atravesara dificultades económicas. Al punto tal que la Dirección General de Casinos se vio resentida y ese organismo tuvo que recurrir a un fondo de reserva para mantener a su plantilla laboral, que además percibe salarios variables. Además, hubo de apelar a Rentas Generales. «Todo esto determinó la preparación de este proyecto de ley«, señaló el subsecretario de Economía.
En línea con lo expresado por Anselmi, Irastorza aseguró que lo que se pretende a través de esta nueva modalidad es captar el juego que hoy se desarrolla de manera ilegal. «La idea no es aumentar el juego, porque sabemos que la metodología online va a comprender solo un porcentaje y que no será mayor al existente«, dijo.
Fuente: elobservador.com.uygustavo anselmi