La amenaza del magnate chino Wanda de abandonar sus proyectos en España, especialmente el de rehabilitación del primer rascacielos de Madrid, así como la inseguridad e incertidumbre que rodea al proyecto BCN World, el megacomplejo turístico de Tarragona, trae a la memoria otros tantos macroproyectos faraónicos, obras de gran envergadura que rozaban lo esperpéntico, y que, al final, han quedado en historias de sueños rotos. Unas auténticas quimeras.

¿Quién se acuerda ya de Eurovegas, del Reino de Don Quijote, del Gran Escala o el Parque Ferrari…? Los políticos se dejaron embelesar por todos ellos y, a pesar de que no debe venderse la piel del oso antes de cazarlo, lo trataron con pábulo casi visceral y pusieron a sus mejores profesionales de Márketing y Publicidad a trabajar a pleno rendimiento. Con bombo y platillo presumieron ante los ciudadanos, se colgaron medallas… Labor inútil porque aquellos planes fueron escritos en barras de hielo.

Madrileños, catalanes, extremeños, valencianos, aragoneses… todos han sido víctimas de esas ilusiones frustradas. Al calor de esas promesas se crearon muchas expectativas de negocios: el del juego, locales nocturnos, constructoras, promotoras, restauración, hoteles, dueños de terrenos… todos se frotaban las manos calculando el impacto que sobre sus cuentas de resultados tendrían esas multimillonarias inversiones.

PERO ¿QUIÉN HA ENGAÑADO A QUIEN?

WANDA
El proyecto que tenía previsto acometer la empresa china Wanda, aunque todavía no se ha descartado del todo (la actuación se mantiene en su página web como uno de los proyectos futuros en el que tiene previsto invertir 700 millones), ha chocado con la tozudez del Ayuntamiento de Madrid que no quiere que se tire la fachada del Edificio España para acometer las labores de rehabilitación. Surge la pregunta de si el consistorio que preside Manuela Carmena debe “tragar” con todo para retener al millonario chino. En caso contrario se generaría una inseguridad jurídica y un posible efecto dominó sobre proyectos presentes y futuros.

Wang Jianlin adquirió un 20% del Atlético de Madrid hace aproximadamente un año. También ha mostrado interés por los terrenos que el Estado quiere vender en el desarrollo de la Operación Campamento, o por el complejo de vacaciones Marina dOr, en Oropresa (Castellón). Ninguna de estas operaciones ha salido, de momento, adelante.

En verano de 2014, la empresa del magnate chino compró al Banco Santander por 265 millones de euros el Edificio España. Es, cuanto menos curioso que el proyecto se vaya al traste por un desacuerdo con la aplicación de las leyes urbanísticas. Porque la negativa a tirar la fachada es un argumento ¿políticos o técnico? En general las críticas por este sonado fracaso se han dirigido con mayor intensidad al ayuntamiento por esa reiterada actitud consistente en poner bajo sospecha cualquier proyecto empresarial de envergadura. Otro ejemplo sería la Operación Chamartín.

Desde la Comunidad de Madrid, su consejero de Presidencia y Justicia, Ángel Garrido, ligó la decisión de Wanda de cerrar su oficina en Madrid a la «inseguridad» para la inversión que genera el «Gobierno de Podemos». Esperanza Aguirre, portavoz del PP en el Ayuntamiento, pidió a Carmena que «reflexione» sobre esta cuestión, porque no tratar bien a los inversores puede perjudicar la imagen de la ciudad y de España hacia el exterior. En la misma línea la patronal madrileña CEIM, a través de su presidente, Juan Pablo Lázaro, incidió en que la posible salida de Wanda puede afectar a decisiones de futuros inversores, y por eso ha instado al Ayuntamiento y a la Comunidad a hacer «todo lo posible» para que la capital sea «una ciudad amigable para la inversión. Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, ha alertado del «efecto dominó» que podría producirse si se trunca el proyecto de Wanda, y ha ofrecido que su partido medie entre la empresa y el consistorio para salvarlo.

BCN WORLD
Razones estrictamente políticas están frenando la construcción de un macrocomplejo turístico en Tarragona. BCN World vuelve a estar en el aire.

Es proyecto se encuentra a espensas de que los socios del nuevo Govern, especialmente la CUP, determine si la obra sigue adelante, hipótesis de la que no quieren oir ni hablar. Parece que en el pacto para atraer sus votos, los convergentes les prometieron la suspensión y revisión del proyecto. De momento, el plan director urbanístico no ha sido ni aprobado.

BCN World es un proyecto de macrocomplejo turístico y de ocio que ocupará 825 hectáreas (8,25 kilómetros cuadrados) y estará situado en las inmediaciones del parque temático PortAventura, en el término municipal de los ayuntamientos de Salou y Vilaseca, en la provincia de Tarragona, España. El complejo constará de varios hoteles, casinos y salas de juego, un parque temático, un parque acuático, campos de golf, un club de playa, centro de convenciones, salas de teatro, oficinas, centros comerciales, restaurantes, piscinas y zonas deportivas, además de otros proyectos en marcha.

El 18 de septiembre de 2013, el presidente del proyecto, Xavier Adserà y los demás inversores acordaron retirar el proyecto y todas las inversiones en el hipotético caso de que una Cataluña independiente se viera obligada a salir de la Unión Europea.

UNA LARGA HISTORIA DE FRACASOS

EUROVEGAS
En días próximos a la Navidad de 2013, Las Vegas Sands, el grupo estadounidense que impulsaba el proyecto de Eurovegas, comunicó al Gobierno su renuncia al mismo. Se trataba de un macrocomplejo de ocio y juego, ubicado en terrenos de Alcorcón (Madrid), que constaba de seis casinos, 12 complejos vacacionales con 3.000 habitaciones hoteleras cada una, y cada zona vacacional costaría entre 2.500 y 3.000 millones de dólares. El magnate Sheldon G. Adelson solicitaba una fuerte rebaja en la imposición al juego, así como ser indemnizado en el caso de que una alteración legislativa dañara su cuenta de resultados.

En aquel caso, la obsesión por blindar sus beneficios hizo que se esfumará una inversión de 35.000 millones de dólares.

REINO DE DON QUIJOTE
El Reino de Don Quijote, recuerda la Wikipedia, fue un proyecto de complejo de ocio en el norte de Ciudad Real, impulsado por Harrahs Entertainment (actual Caesars Entertainment Corporation) y varios empresarios regionales. Se presentó en 2005 y la inauguración de su primera fase estaba prevista para 2008, pero nunca llegó a ponerse en marcha.

El complejo iba a ocupar 683 hectáreas y contemplaba la creación de un casino Caesars Palace, tres campos de golf, hoteles de cuatro y cinco estrellas, un centro de convenciones, un teatro con aforo para 3.000 espectadores, una comunidad residencial con unas 9.000 viviendas, un gran balneario-área de spa. Los terrenos están situados a tres kilómetros del centro de la ciudad en dirección norte, a pocos minutos de la estación ferroviaria y del aeropuerto de Ciudad Real. Para su puesta en marcha se anunció una inversión de 6.500 millones en los siguientes 15 años.

El proyecto se paralizó en 2008 por el estallido de la crisis económica y la consecuente falta de financiación, que provocó la salida del grupo Harrahs. En 2011 la sociedad «Reino de Don Quijote» entró en concurso de acreedores y Caesars Entertainment reconoció haber perdido más de 27 millones de dólares, a la vez que anunció oficialmente su cancelación.

Curiosamente Andrew Tottenham, quien estuvo vinculado a esta obra como director de desarrollo europeo de Harrahs, fichó después como director general de Las Vegas Sands en Europa, empresa que comenzó a desarrollar el complejo Eurovegas en Alcorcón(Comunidad de Madrid).

GRAN ESCALA
Uno de los mayores disparates que se recuerdan se produjo en Aragón con la idea de levantar en pleno desierto de Los Monegros el proyecto lúdico Gran Scala, una macrociudad del juego, con 32 casinos y cinco parques temáticos, gancho para atraer a millones de visitantes al año. Los responsables de tan extravagante iniciativa crearon un sospechoso consorcio, bautizado como International Leisure Development (ILD), controlado por sociedades radicadas en paraísos fiscales. Fue una triste y oscura historia de comisionistas y aventureros del sector del juego, como André Guelfi, con bastantes asuntos pendientes con la Hacienda.

El político aragonesista José Ángel Biel llegó a poner a Gran Escala en la misma balanza de acontecimientos históricos como la boda de los Reyes Católicos o el enlace de Ramón Berenguer IV y Doña Petronila. Los políticos empezaron a ver lo que realmente había detrás de esas promesas cuando el consorcio, que prometía captar inversiones por 17.000 millones, fue incapaz de presentar 20 avales bancarios para comprar el suelo. Febrero de 2012.

TIERRA SANTA
Sólo un milagro haría posible el desarrollo en Mallorca de Tierra Santa. La genial idea es achacable, en esta ocasión, a un empresario argentino que en verano de 2014 anunció la construcción de un parque temático cristiano, una recreación del Jerusalén de hace 2.000 años, similar al que levantó en Argentina, un recinto donde se recrearán pasajes y edificaciones conocidos del Antiguo y el Nuevo Testamento. La propuesta del equipo creativo de Sigma Insulares es la creación de un Parque temático en un destino vacacional y turístico de prestigio internacional.

Con una inversión inicial de 30 millones de euros y un repago de 38 meses, el análisis de mercado indica un promedio mensual de 60.000 visitas, de las cuales el 58% serán nuevas en Mallorca y por existencia de éste Parque. Una característica significativa es que la idiosincrasia de ésta Muestra desestacionaliza totalmente la visita turística.

De momento, ni una grúa, pero sí bastantes sospechas: las que creen que Tierra Santa va a acabar en el Muro de las Lamentaciones como tantos otros.

REFINERÍA BALBOA
El mayor proyecto industrial de la historia de Extremadura se le ocurrió al Grupo Alfonso Gallardo. Pretendía construir en la Sierra de San Jorge, en el término municipal de los Santos de Maimona (provincia de Badajoz), una refinería de petróleo. Balboa se concibió como una refinería de conversión total, en la que se utilizarían equipos y procesos de última generación, con eficiencias muy superiores a las de entonces; además, Balboa quemaría únicamente combustibles gaseosos y no generaría producción residual.

Con esta iniciativa, el Grupo Alfonso Gallardo junto con otros socios nacionales (BBVA, Iberdrola, Caja Madrid, Caja Extremadura y Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura) buscaban un hueco en la historia económica de nuestro país. En julio de 2012, se le dio el carpetazo definitivo tras una declaración de impacto ambiental desfavorable del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

PARQUE FERRARI
En un rincón de la memoria de los valencianos está también el Parque Ferrari. Siendo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se comunicó la negociación con un fondo de inversión denominado Alrasoul Ltd, que preside el empresario de origen israelí Castro Kathib, para construir un parque temático dedicado a la firma de automóviles Ferrari en las proximidades del circuito valenciano de Cheste. Se celebraron reuniones con el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, en Italia y en Abu Dhabi, el emirato árabe donde está construido el primer parque temático del caballito rampante.

La Generalitat puso, que se conozca, una única condición: que no le costara un duro. Cedería nada menos que 1,2 millones de metros cuadrados de suelo.

La inversión estimada para aquel parque de atracciones, que incluiría una montaña rusa entre más de dos docenas de espectáculos y áreas comerciales, era de casi 1.000 millones. Este dinero se aportaría a través de una sociedad de nueva creación en la que podrían participar el Credit Suisse y Santander.