Casinos
Oscar Albayalde, jefe de la oficina de policía de la capital, muestra una foto de Jessie Javier Carlos.

El autor estaba en la lista negra de la Corporación de ocio y juego del país, por lo que tenía prohibido el acceso a los casinos.

Un exfuncionario filipino con enormes deudas de juego fue el autor del asalto armado al casino de Manila que causó 38 muertos, según han informado fuentes policiales, por lo que prácticamente se puede descartar la vinculación del Estado Islámico (EI) con este suceso.

Jessie Javier Carlos, de 42 años, exempleado del Departamento de Finanzas , fue el encapuchado que entró  con un rifle automático M4 en el Resorts World Manila la noche del jueves y disparó al aire de forma indiscriminada, explicó el portavoz de la Policía de Manila, Oscar Albayalde, en una rueda de prensa televisada.

Los vídeos de las cámaras de seguridad, muestran que prendió fuego a varias mesas de juego y robó fichas por valor de más de 2 millones de dólares hasta toparse con un guardia de seguridad que lo hirió de un disparo, antes de recluirse en una habitación e inmolarse con el líquido incendiario que portaba.

Otras 37 personas resultaron muertas, todas ellas asfixiadas por el humo del incendio, ya que el agresor no disparó contra la gente.

«Estaba muy endeudado por su afición al juego en los casinos», comunicó Albayalde, que aseguró que Carlos «tiene una cuenta bancaria con una deuda pendiente de 4 millones de pesos (73.000 euros o 82.800 dólares) y otras deudas no relacionadas con el banco».

El atacante, tenía esposa y tres hijos, había perdido su trabajo en el Ministerio por irregularidades a la hora de declarar sus activos y estaba en la lista negra de la Corporación de Ocio y Juego del país, por lo que tenía prohibido el acceso a todos los casinos. Su padre y su esposa, ambos muy afligidos, han participad en la rueda de prensa y han pedido perdón a las familias de las víctimas.

El Estado Islámico reivindicó el ataque que se saldó con 37 muertos, en dos ocasiones, pero ahora la policía descarta la vinculación.

El Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque en dos ocasiones y lo atribuyó a uno de sus combatientes en Filipinas. Esta reivindicación aumentó la alarma en el país, al coincidir con los combates que el Ejército mantiene desde hace casi dos semanas con yihadistas dirigidos por el EI en la ciudad de Marawi, en el sur del país.

Las autoridades filipinas afirmaron desde el principio en que el suceso del Resorts World Manila no presentaba indicios de terrorismo. El portavoz policial zanjó hoy este asunto al afirmar que «no permitiremos que personas o grupos criminales, ya sean extranjeros o locales, usen esta situación para divulgar su propaganda o causas personales».

Fuente: elmundo.es