EY ha roto los lazos con Codere como su firma auditora también en dos de sus principales mercados exteriores, México y Argentina. Una decisión que tomó semanas después de que la consultora decidiera no presentarse a la reelección para revisar las cuentas de 2023 de la matriz del grupo, Codere New Topco, y de las que se encargará PKF Attest durante los próximos tres años.
En el caso de las filiales de esos dos países, se trata de una rescisión ejecutada por EY México y EY Argentina, según consta en una comunicación lanzada por Codere al mercado, y que afecta a las cuentas del ejercicio 2022.
La consultora argumentó supuestos “fallos” en aspectos del gobierno corporativo, integridad, controles internos o la obtención de información en las filiales de esos dos países. “Se concluyó que no podían continuar con su compromiso y llevar a cabo las auditorías”, dice la mencionada comunicación. En sus resultados del tercer trimestre, Codere reseñó que parte de su red en esos dos países fue cerrada por las autoridades públicas por un “presunto incumplimiento de ciertas regulaciones”.
EY comunicó a Codere la ruptura de los contratos en sendas cartas fechadas el 17 y el 21 de noviembre, casi un mes después de que la consultora confirmase que no se presentaba a la reelección como auditora de la matriz para 2023. EY, a consulta de este periódico, no confirmó si los fallos hallados en México y Argentina motivaron su renuncia para dejar de auditar a la matriz, algo que hacía desde el ejercicio 2016.
En total, acumuló un total de siete ejercicios consecutivos prestando este servicio, coincidiendo con unos años de grave crisis financiera e incluyendo el primero completo tras la reestructuración que acometió la compañía. Tras ella, los bonistas pasaron a tomar el control del grupo y la matriz de este pasó a estar domiciliada en Luxemburgo.
En su informe de esas cuentas de 2022, EY alertaba de la “existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento”.
Desde Codere, por su parte, se apunta a que los fallos argumentados por EY para romper la relación en sus filiales americanas eran “menores” y asegura que ya se han subsanado.
De hecho, explica que desde principios de 2023 trabajó con otros consultores para acometer una revisión en todo el grupo sobre su red de controles de cumplimiento. Esta arrojó “ciertos aspectos en los que se podría mejorar el marco de cumplimiento y el grupo está en proceso de implementar dichas mejoras”.
La compañía confirma que será la propia PKF Attest la que auditará las cuentas de las filiales de Argentina y México de 2022. El pasado 22 de diciembre, Codere confirmó la elección de esta firma para hacerse cargo de la auditoría de todas las filiales del grupo.
El grupo de juego sigue pendiente de recibir 100 millones de liquidez
Finanzas. Codere mantiene desde hace años una compleja situación financiera, agravada tras la pandemia y que motivó la toma de control del grupo por parte de sus acreedores. Este sigue con una ajustada posición de liquidez, que requiere de continuas emisiones de deuda. Dentro de su plan de viabilidad, sus accionistas contemplaron en septiembre la inyección de 100 millones de euros para reforzar la liquidez, cantidad que, en principio, Codere iba a recibir el 27 de octubre. Sin embargo, ese plazo se amplió hasta el 29 de marzo de este año, debido a que la compañía evaluaba el impacto de los cierres que sigue sufriendo en algunas de sus geografías. Como parte de ese plan, el grupo de juego también pudo retrasar el pago de intereses de sus principales emisiones de deuda.
Resultados. A cierre del tercer trimestre, Codere contaba con una liquidez de 145 millones de euros, contando ya la recepción de 50 millones de un crédito puente otorgado a finales de septiembre. En el tercer trimestre, la compañía sufrió una caída de sus ingresos operativos del 12% respecto al mismo periodo de 2022, debido a los cierres temporales sufridos en algunos de sus mercados. No obstante, en el acumulado del año, los ingresos mejoraban un 3% hasta los 986 millones. Su pérdida neta era de 233 millones, más del doble que en el ejercicio anterior.
Fuente: msn.com