El ministro de Consumo, Alberto Garzón, afirmó este miércoles que el juego ilegal no tiene una presencia “importante ni significativa” en España y defendió que, “ahora mismo, no es motivo de preocupación”.
Así lo aseguró en el transcurso de su conferencia inaugural del ‘IV Seminario Internacional de Investigación en Juventud’, organizado por el Consejo de la Juventud de Extremadura, en la que disertó sobre los riesgos de los juegos de azar y apuestas para el ocio juvenil y precisó que, en su tarea de “monitorización” del juego ‘online’, su departamento tiene capacidad para cerrar todo tipo de webs y hacer requerimientos, pero su “mayor capacidad de intervención” se da en el ámbito de los operadores nacionales, que tienen licencia.
“El juego ilegal existe, pero no tiene una presencia importante ni significativa, no es ahora mismo motivo de preocupación”, abundó, convencido de que la “mayoría” de jugadores juegan de manera legal, “con operadores de juego legal, regulado y que está vigilado por parte de la administración pública”.
A su juicio, es en este ámbito donde es necesario promover el juego seguro, con el que su departamento está “comprometido”, al entender que urge “explicar bien cuáles son los riesgos reales asociados a esta actividad y las consecuencias, para que –los jugadores- tomen las decisiones de manera oportuna” así como avanzar en la “sensibilización, formación, control e intervención de la problemática”.
APUESTAS
Junto a ello, abogó por impulsar políticas públicas destinadas a “cambiar el sistema de incentivos” para frenar un modelo de ocio centrado en las casas de apuestas y “erradicar de raíz” las condiciones de precariedad que, según su criterio, “dan lugar a esas falsas esperanzas” que genera esta actividad en determinados sectores sociales.
En este punto, alertó de que el fenómeno de las apuestas se ha “disparado” de manera “espectacular” en los últimos años y se ha convertido en un “mercado creciente” e hizo hincapié en la diferenciación entre el juego de premio diferido y el de premio inmediato, dado que su “incidencia” es “distinta y asimétrica”.
Según Garzón, el primero tiene “menos riesgo” de generar comportamientos “perniciosos” que la modalidad de juego inmediato, que puede derivar en un “consumo compulsivo”, aunque puntualizó que no todos los jugadores desarrollan comportamientos patológicos.
Sin embargo, también advirtió de que el comportamiento patológico que pueden desarrollar como consecuencia de su consumo compulsivo “tiene unas derivadas muy peligrosas, tanto psicológicas como, desde luego, económicas y sociales”.
Con respecto al acceso a las apuestas por parte de menores de edad, señaló que, en el caso del juego ‘online’ existen requisitos técnicos que “imposibilitan en grandísima medida que se produzca un fraude”, algo que, a su juicio, no ocurre en el caso de las casas de apuestas presenciales.
“Suelen ser establecimientos donde hay una persona que hace las funciones de camarero y de control de acceso y, cuando se produce la entrada de un grupo de jóvenes en una cantidad considerable, se produce un desincentivo para que esa persona que está trabajando, probablemente, en unas condiciones importantes de precariedad, pueda controlar directamente las diferentes edades”, sentenció.
En este punto, explicó que existen “muchos casos referenciados” que han “demostrado” un “incumplimiento importante” de estos controles de acceso y lamentó que, “en general, se normaliza una actividad que tiene consecuencias sanitarias, pero también sociales”.
Asimismo, rechazó que se hayan “subestimado claramente” los posibles efectos “perniciosos” de esta actividad y se congratuló de la nueva regulación de la publicidad que la regula, convencido de que esta “atrae, con mensajes absolutamente perversos, a gente que puede estar pasándolo muy mal y que ve ahí una especie de última oportunidad para resolver su situación vital”.
Fuente: Servimedia