Queda apenas una semana para que finalice el periodo transitorio otorgado en la normativa del real decreto que regula la publicidad del juego online, una medida que conllevará la desaparición casi total de los anuncios del sector privado del juego a partir del 30 de agosto.
Empresas privadas de apuestas, clubes deportivos y plataformas de medios se preparan ahora para encarar un golpe histórico al negocio que puede ascender a alrededor de 300 millones de euros anuales solo en publicidad. A esta cifra se suma otra partida de hasta 90 millones de euros anuales acotados a los patrocinios, según los cálculos del sector. Ya hay efectos palpables de la ‘ley Garzón’, como que una mayoría de empresas de criptomonedas han
sustituido a las compañías del juego digitales en las camisetas de los equipos de fútbol durante esta temporada. Esta es la primera consecuencia visible del fin de la moratoria otorgada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a los clubes deportivos.
Pero, las consecuencias de esta normativa no se quedarán aquí. Desde Consumo auguran que los datos a partir del cuarto trimestre de 2021 son los que reflejarán de verdad la caída de la publicidad de las casas de apuestas y prevén un desplome drástico de los anuncios, que podría afectar hasta al 90% de los anuncios de casas de apuestas si se compara con cifras del año pasado, tal y como calculan desde el Gobierno. La normativa restringirá ahora todos los anuncios de casas de apuestas a un tramo horario de 1 a 5 de la madrugada en soportes audiovisuales y los anunciantes también se tendrán que ajustar a la ley en los partidos de máxima audiencia. La publicidad en internet quedará asimismo limitada a las propias páginas cuya titularidad corresponde a las empresas de juego. Fuentes del Ministerio dirigido por Garzón aseguraron a ABC que la publicidad de este sector aún no ha sufrido porque se han seguido ejecutando los contratos suscritos antes de que saliera adelante la ley, un extremo que quedará totalmente prohibido en solo unos días.
El propio Garzón recordaba antes de irse de vacaciones la próxima entrada en vigor en su totalidad del Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades de Juego, con lo que a partir de ahora «quedará totalmente regulada la publicidad de juegos de azar en España, tras diez años de ausencia de control desde la aprobación de la Ley del Juego en 2011», según las propias palabras pronunciadas por el titular de Consumo, quien auguró en el mismo vídeo que en breve «todo este tipo de publicidad invasiva desaparecerá y no habrá publicidad en los estadios, en las camisetas o famosos promocionando las casas de apuestas y juegos de azar, tampoco anuncios en radio, televisión o cualquier otro tipo de soporte publicitario».
Hasta el momento, el impacto ha sido nulo, más al bien al contrario, y la normativa no ha detenido el gasto en publicidad desde que entró en vigor hace ya más de 10 meses, en noviembre de 2020. De hecho, la inversión en campañas publicitarias relacionadas con juegos de azar alcanzó los 73,06 millones de euros en el último trimestre de 2020 para pasar a 71,45 millones en el primer trimestre de este año, según las últimas cifras publicadas por la Dirección General de Ordenación del Juego, dependiente de Consumo.
Menos clientes
No obstante, desde la patronal Cejuego señalan que ya hay efectos visibles de la ley, como el descenso producido en el alta de clientes nuevos desde que el 1 de mayo se empezó a aplicar la prohibición de los bonos de bienvenida. Tampoco se han vuelto a ver a personajes famosos en este tipo de campañas, ya que esta limitación entró en vigor el pasado abril. El resto de contratos firmados con anterioridad a que la ley se publicara en el BOE sí se han podido mantener hasta el próximo 30 de agosto, fecha en la que expira el periodo de gracia.
En consecuencia, en unos días se abrirá un panorama diferente para empresas del juego, pero también para los clubes deportivos y medios de comunicación. «Más allá de los grandes clubes, los otros más pequeños, así como las competiciones deportivas más minoritarias verán reducidos drásticamente sus ingresos por patrocinio, lo cual puede hacer peligrar su continuidad. En este sentido, debemos recordar que la relación histórica –y lógica- entre deporte y operadores de juego online ha permitido salvar y mejorar la salud financiera de numerosos clubes deportivos españoles a lo largo de los años», explica un portavoz de la patronal JDigital. Asimismo, desde JDigital inciden en los patrocinios y la publicidad emitida por operadores de juego online solamente se aplicará en España y recuerdan que «los espectadores que vean un partido celebrado en países donde la publicidad del sector no está prohibida, seguirán recibiendo estos impactos».
«En clubes grandes como el Real Madrid o el FC Barcelona la afectación será menor, pero en los clubes más pequeños esto puede suponer un importante golpe en sus cuentas que acabe poniendo en peligro su continuidad», añaden desde la patronal.
Exención al juego público
Otro de los escenarios que se abrirán a partir de ahora tendrán que ver con la doble vara de medir que sufrirá el juego privado respecto al público, según denuncian desde las patronales del sector. «Para el juego público no hay restricciones de horarios, de públicos objetivos y pueden desarrollar sus campañas con total libertad. Por esa razón, no tienen que limitarse a ningún área, sino que pueden elegir donde deseen», explica el director general de Cejuego, Alejandro Landaluce. «Si pensamos por ejemplo en Euromillones, vemos que no tiene que limitarse al ámbito deportivo para realizar su publicidad, además tienen libertad de horarios, de clientes potenciales, etc. Tendrán todo el mar para navegar a sus anchas», sentencia Landaluce.
Además, la aprobación de la ley podría incrementar las apuestas en las páginas de juego ilegal ya que las legales no se darán a conocer al público general por la desaparición casi total de la publicidad. «Prohibir de facto las comunicaciones comerciales de esta actividad solo propiciará el aumento del juego ilegal en España, dejando a los usuarios y, especialmente a los colectivos más vulnerables, desprotegidos ante empresas que no cumplen con las medidas de seguridad y protección que sí respetan los operadores con licencia que representamos», indican desde JDigital. «Esto es así porque la publicidad es una de las únicas y principales formas que tiene el sector de canalizar a los usuarios hacia las webs de operadores con licencia, ya que son los únicos que pueden anunciarse», añaden.
«El principal peligro que vemos es que la falta de visibilidad de los operadores con licencia (los .es) haga crecer la actividad de los operadores sin licencia, los ilegales y cuyos dominios terminan en .com», puntualizan.
Fuente: abc.es