Grandes operadores de apuestas situados en una zona franca del norte de Filipinas concentran las apuestas de las mafias que están manipulando los resultados del fútbol modesto.
Se han hallado ganancias de 500.000 euros en partidos sin público, cotizaciones al alza en amistosos fantasma, despidos fulminantes de jugadores y resultados incomprensibles.
El fútbol modesto huele mal, peor de lo soportable, y la peste viene siempre del mismo sitio. El último escándalo de los amaños para apuestas ilegales lo ha protagonizado el CD Eldense, pero el fenómeno es masivo en Segunda B y Tercera División. Fue necesaria una goleada por 12-0 para descubrir que una red vinculada a la mafia calabresa, la peligrosa «Ndrangheta», había conseguido infiltrarse en dos equipos de la categoría de bronce: el Jumilla y el propio Eldense. Otras organizaciones criminales asentadas en España siguen obteniendo beneficios millonarios con mayor discreción.
Aunque los partidos se juegan aquí, los pelotazos se pagan en Asia.
El «boom» de las apuestas deportivas comenzó hace una década con el nacimiento de los operadores virtuales. El Gobierno no las reguló hasta 2012. Desde entonces, solo las compañías con licencia, que deben utilizar la extensión .es, pueden aceptar a jugadores de territorio nacional.
Estas empresas stán obligadas a declarar las ganancias y a comunicar a las autoridades movimientos sospechosos de dinero. Pero esos controles son superficiales. En la práctica, es casi imposible detectar si una misma persona ha apostado 100.000 euros por un resultado. Solo tiene que dividir ese importe entre diferentes operadores.
Por desgracia, no hay que salir de España para amasar una fortuna con apuestas ilegales. La Guardia Civil desmanteló el pasado diciembre en la llamada operación Futures un grupo de amaños en el que estas participaban seis tenistas semiprofesionales. Los detenidos ganaron 500.000 euros apostando con un operador que se anuncia en televisión y tiene licencia española, Bet365.es. Los pagos se realizaban a través de Paypal y los miembros se coordinaban en foros privados de Twitter.
Fuente: .elconfidencial.com